La semana pasada, Melanie, de 20 años, fue brutalmente atacada por su pareja, Christian de Jesús N, quien está prófugo de la justicia desde el 31 de octubre. Presuntamente en estado de ebriedad, el agresor la golpeó durante una fiesta a la que asistieron juntos. Fue entonces cuando su amiga Dana intervino para defenderla (¿qué sería de la vida sin esas amigas?).
Con fracturas en la mandíbula, nariz y ojo izquierdo, Melanie es una sobreviviente de un intento de feminicidio. Aunque en el momento se llamó a las autoridades, Christian no fue detenido porque no existía una orden de aprehensión en su contra. Hoy, este agresor es buscado por tentativa de feminicidio.
Durante mucho tiempo, este delito fue minimizado y calificado como “lesiones dolosas”; al no ser letal, las víctimas quedaban vulnerables a una reincidencia hasta ser asesinadas. Un caso emblemático es el de Abril Pérez, asesinada presuntamente por órdenes de su exmarido. Su historia, junto a otras similares, está documentada en “Las Sobrevivientes Olvidadas por la Justicia”, de Gloria Piña.
Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas
Cada día ocurren 10 feminicidios en México, pero desconocemos cuántos intentos quedan sin denunciar. Existe una cifra negra de más del 90% en delitos de violencia contra mujeres que no se denuncian, aunque ocurren todos los días. Debemos abrir los ojos ante esta realidad.
El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en honor a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activistas políticas asesinadas en 1961 en República Dominicana por oponerse al dictador Rafael Leónidas Trujillo. La erradicación de la violencia implica extirparla de raíz, como comenta Marilú Rasso, directora ejecutiva de Espacio Mujeres. Esto significa desmantelar las desigualdades, mandatos sociales, estereotipos y roles de género, así como miedos e inseguridades profundamente arraigados.
Marcha por el día internacional de la mujer en México
La violencia se define como el daño intencional hacia otra persona. Según la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, abarca cualquier acción u omisión basada en el género que cause daño psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte, en el ámbito privado o público. De acuerdo con la ENDIREH 2021, el 70.1% de las 50.5 millones de mujeres mayores de 15 años en México ha sufrido algún tipo de violencia en su vida. Considerando la normalización de muchos actos violentos, esta cifra podría ser aún mayor.
La violencia es una forma de control, una imposición de dominación sobre los cuerpos y espacios femeninos. Se expresa desde actos sutiles, como el control sobre la vestimenta, horarios, amistades y finanzas, hasta manifestaciones violentas como amenazas, insultos y agresiones físicas. Aunque la violencia en el ámbito privado es cada vez menos normalizada, sigue existiendo. Existen también violencias estructurales que limitan la autonomía de las mujeres, como la brecha salarial y las barreras de acceso a créditos e inversiones. Dar autonomía a las mujeres es dotarlas de medios para ejercerla.
Fuerza y empoderamiento de las mujeres en la lucha contra la violencia
A medida que las mujeres ganan poder de decisión, crece también la resistencia de ciertos sectores. Cada paso hacia adelante en la deconstrucción social genera reacciones adversas. Sin embargo, por ética, libertad e igualdad, no podemos ceder. Los 16 días de activismo contra la violencia de género en noviembre son solo el comienzo: debemos luchar y concienciar todos los días, desde todos los frentes. Es esencial evitar más casos de violencia como el que sufrió Melanie y fomentar la sororidad, para que cada mujer pueda contar con amigas como Dana, quienes la acompañen, defiendan y apoyen.
Los 16 días de activismo contra la violencia de género en noviembre son solo el comienzo