Cuidad de México | 18 de febrero de 2022. | Redacción.-
Con el hashtag #100LatigazosDeIndiferencia, la economista mexicana Paola Schietekat denunció un caso que involucra un abuso sexual, un país cuyas leyes han sido cuestionadas por vulnerar los derechos fundamentales de las mujeres y la imprecisión de la Embajada de México en Qatar para atender una denuncia donde la víctima terminó siendo acusada.
Paola Schietekat ahora no puede regresar a Qatar, allá la esperaría una condena de siete años de prisión y 100 latigazos, porque así se castigan las relaciones extramaritales.
El punto más preocupante ha sido cómo una denuncia de abuso sexual se volvió en contra de la víctima, en parte por la falta de asesoramiento de la Embajada de México en Qatar —además de que para la mexicana “vivimos en un mundo que parece odiar a las mujeres”.
La mexicana en Qatar que denunció un abuso sexual
“El 6 de junio de 2021 me encontraba trabajando en Qatar como economista conductual en el Supreme Committee for Delivery and Legacy, entidad responsable de organizar el mundial de 2022.
Esa noche, un conocido, que consideré amigo, de la comunidad latina en Doha se metió a mi departamento en la noche, mientras yo dormía. Aclaro que, en Doha, siendo de las ciudades más seguras del mundo, mucha gente deja su puerta sin seguro y recae en la seguridad del edificio”.
La denuncia de Schietekat ya lleva tiempo. El caso de abuso sexual se remonta a junio de 2021, cuando la mexicana decidió denunciar a uno de sus compañeros de la comunidad latina en Doha.
Para sustentar su denuncia, la mexicana documentó con fotos las lesiones de las agresiones y obtuvo un certificado médico.
Paola Schietekat también pudo contactar con la Embajada de México en Qatar y con estas pruebas acudió a la policía para hacer su denuncia —ya en compañía del cónsul mexicano.
Las inconsistencias
Sin embargo, aquí comenzó una serie de inconsistencias denunciadas por la economista y, que terminaron por hacer aún más complejo este caso.
De acuerdo con Paola Schietekat, la primera visita a la policía se llevó a cabo en árabe y aún así, con sus limitaciones en el idioma, explicó su denuncia.
Cuando le preguntaron cómo quería proceder —con una orden de alejamiento, no hacer nada o ir a las últimas consecuencias—, Paola se decidió por la tercera opción aconsejada por el cónsul, que no le explicó como este paso podría ser utilizado en su contra.
Poco tiempo después de este primer encuentro, Paola fue citada de nueva cuenta, pero esta vez frente a frente con su agresor.
Luego, pasó a un interrogatorio de tres horas, donde le pidieron una prueba de virginidad y fue en ese momento que la mexicana se dio cuenta que había pasado de víctima a acusada.
Sí, justo por las leyes de aquel país que se enfocaban en el delito de las relaciones extramaritales y el punto era comprobar si había una relación romántica entre Paola y su agresor, ya que el sujeto había asegurado que ella era su novia.
“Todo se centró alrededor de la relación extramarital, mientras que, bajo mi abaya, la túnica que me recomendaron usar para parecer una ‘mujer de buena moral’ seguían las marcas, moradas, casi negras. Mi abogada casi no habló. Al final, tuve que entregar mi teléfono, desbloqueado, a las autoridades, si no quería ir presa”.
La salida de Qatar
Con ayuda del Supreme Comitte, la mexicana pudo salir de Qatar, no sin antes compartir su testimonio a Human Rights Watch.
Sin embargo, aunque el proceso sigue desde México, igual ha sido lento y complejo. ¿La razón? La denuncia de abuso sexual no prosperó porque “no había forma de constatar que la agresión sucedió”.
Y el delito por una relación extramarital siguió en pie, en medio de sugerencias como casarse con su agresor para que se cierre el caso en Qatar.
¿Y la Embajada?
La denuncia de Paola Schietekat llegó a medios nacionales y en este contexto, en redes se difundió la supuesta respuesta de la Embajada de México en Qatar ,que aseguró tres cosas contrarias al testimonio de la economista:
Que ella aprobó seguir hasta las últimas consecuencias a pesar de ser advertida por el cónsul, que ella habla de manera fluida el árabe y por eso no necesitaba de un intérprete y que el debido proceso no se violó.
La respuesta de Paola fue: “Sin mentiras, Embajada de México en Qatar, SRE”.