Para hablar de la historia de la comida en CDMX debemos hablar de la cultura alimentaria.
Colocarla en una esfera sociocultural que le ha dado su peso e importancia y que, a su vez, define cómo preparar los alimentos.
Claro, entendiendo a la cultura desde un punto de vista antropológico, “no de ‘gente culta’, sino lo que estudia la antropología: todas las costumbres, tradiciones, formas de ser, de vivir de los pueblos”, nos explicó el doctor José Iturriaga de la Fuente, vicepresidente del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana.
(De hecho, aquí nos guiamos gracias a la charla que Sopitas.com tuvo con el doctor José Iturriaga de la Fuente, los datos del Gobierno de México y el librazo de uno de los poetas y ensayistas más prolíficos de nuestro país: ‘Historia gastronómica de la Ciudad de México’, de Salvador Novo).
Y justo la atención en la manera de preparar los alimentos, su significado y propósito tuvo su base en la época prehispánica.
Luego, se desarrolló en el mestizaje, tras la conquista de la Corona española sobre Mesoamérica y durante el virreinato, hasta llegar a nuestros días, en que hoy por hoy la cocina mexicana sigue en evolución.
Ahí tenemos el mayor ejemplo de su reconocimiento no sólo certificado por nuestros paladares, sino por el mundo entero.
“Los mexicanos en general, hoy ya no somos ni indígenas ni españoles, somos un pueblo mestizo y es el mismo fenómeno en la cocina mexicana, ya no es indígena ni mucho menos española, nunca lo fue”.
Sin olvidarse de las comunidades originarias y echando un vistazo de manera general a lo que hoy es México, el doctor Iturriaga nos explicó que lo que conocemos como cocina mexicana no es más que el resultado del mestizaje.
Y no sólo lo dice el vicepresidente del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana.
Yennifer Gómez Delgado y Elisa Velázquez Rodríguez lo analizaron muy bien en el estudio ‘Salud y cultura alimentaria en México‘, donde explican que tras la conquista, se originó un mestizaje alimentario “que hizo de la comida mexicana una de las más ricas y diversas gastronomías del mundo“.
A la par, este mestizaje gastronómico no se entendería sin las migraciones, no sólo la española, sino de toda la ventana que se abrió a la fuerza con su llegada a Mesoamérica.
Por ejemplo, el café que llegó de Sudán, del noreste de África, a finales del siglo XVIII y que comenzó a aclimatarse a principios del XIX en México.
El arroz que llegó de extremo oriente de China. “Lo llevó Marco Polo, en el siglo XIII de China a Europa, Italia y de ahí llega a España y nos llega a México en la conquista”.
O la cebolla y el ajo, de origen indoeuropeo. El azúcar, mencionó el doctor Iturriaga.
A su vez, esas migraciones en Mesoamérica se replicaron con el tiempo en Ciudad de México, lo que fue la gran Tenochtitlán. Y la cocina, se diversificó.
Tenochtitlan: la comida lacustre y el nopal
Cuando la tribu ya acampaba en Chapultepec, Cópil —hijo de Malinalli, hermana del dios Huitzilopochtli— intentó asesinar a su tío a manera de una venganza familiar.
Sin embargo, antes de su intento, Cópil fue asesinado y su corazón fue arrojado a una laguna. Ahí, brotó, creció y se desarrolló hasta cobrar la forma de un nopal que estaba coronado por tunas —justo por eso, el significado de Cópil es “corona”.
Y una vez que apareció el nopal, un águila se posó sobre el corazón de Cópil, devorando a una serpiente y entonces esa fue la señal: la peregrinación azteca chichimeca —llamada así porque había salido de Aztlán— debía fundar su ciudad sobre este nopal
Desde ese momento, según el mito y la leyenda, el nopal fue considerado un alimento real, a la par de la fundación de Tenochtitlan.
(Más tarde veríamos al nopal como símbolo del escudo de armas de Ciudad de México en 1523).
Como ven, la fundación de Tenochtitlán tuvo su origen —además del mito y la leyenda de Huitzilopochtli guiando a su pueblo a una ciudad prometida— en las migraciones de la comunidad de Aztlán y, claro, de la guerra por el territorio que se desató contra los tepanecas de Azcapotzalco.
Estamos hablando de 1428. A partir de ahí, el imperio mexica se levantó hasta su caída en 1521, con la conquista española.
Además del nopal, otros alimentos valiosos en Tenoctitlan, entonces zona lacustre, eran las ranas, los patos, las galleretas, las apipizcas, el caviar del ahuauhtli, los juiles y los charales.
Y con las chinampas comenzaron a producir legumbres, frutas y verduras que los mexicas comían así crudas o cocinadas con tomates, quelites y chiles en moles exprimidos en el molcáxitl, tal como lo relata Salvador Novo.
El atole o atolli no sólo era exclusivo de Tenochtitlan, pero esa mezcla de maíz con agua junto con las tortillas, el chile, el tamalli (tamal envuelto en la hoja del maíz) —de frijoles o nopales—y el agua eran la base alimenticia de los mexicas.
No hablamos de cosas elaboradas como lo vemos hoy en día, por ejemplo, con los tamales. Sino, cosas sencillas y bastante nutritivas que sostuvieron la dieta de los mexicas y que en cuanto llegaron los españoles, la ventana alimenticia se abrió aún más.
El mestizaje
Dicen que cuando Hernán Cortés ganó la victoria definitiva por Tenochtitlan —después de sitiar la ciudad—, se organizaron banquetes que de plano combinaron los alimentos propios de Mesoamérica con los que traía el “Viejo Mundo”.
Que, va de nuevo, no sólo eran alimentos o productos españoles, sino de otras partes del mundo —hasta de China— que eran comercializadas gracias a esa especie de globalización incentivada por las guerras y el comercio.
Y una vez establecida la Corona y su virreinato en la Nueva España, los conventos y palacios fueron los laboratorios donde surgió la primera cocina mestiza.
El centro y sus bizcocherías
Ya sea en la época prehispánica o en el virreinato, Tenochtitlan o CDMX fungió como un centro de poder, pero también un centro social y cultural.
La comida halló —como en otros estados— su camino para desarrollarse y alcanzar su esplendor.
Aunque ya en la independencia lo hizo sin el predominio español y abriendo sus ventanas a la gastronomía francesa.
Sí, Salvador Novo relata que gracias a la independencia, se abrió el mercado mexa a los productos de Francia, que llegaron a nuestro país en medio de la sorpresa, el prestigio y la novedad.
Y para 1864, la ciudad contaba con 111 bizcocherías, 38 dulcerías y pastelerías en la zona centro.
Los platillos originarios de CDMX
“Si tú me dijeras qué platillos hoy son de la Ciudad de México y sólo de Ciudad de México, te diría que es difícil encontrarlos”.
El vicepresidente del Conservatorio de Cultura Gastronómica Mexicana nos indicó que hablar de platillos originarios de CDMX es una tarea bien difícil, porque, como vimos, la ciudad tomó de las migraciones los platillos de otras regiones.
Como la barbacoa de Hidalgo, las carnitas de Michoacán o los mariscos de Sinaloa o Baja California.
“La ciudad de México ha crecido muchísimo por las migraciones y esto lo ves en la cocina”.
Aún así, aunque con los dedos, podemos encontrar pocos platillos 100% chilangos como las quesadillas de pancita, el caldo de migas, el caldo chintololo de Azcapotzalco o el mixmolli de Tláhuac.
“La cocina mexicana está viva”
“La historia de la ciudad y la historia de la cocina de la ciudad van de la mano. El crecimiento formidable de Ciudad de México va de la mano con estas características de una gastronomía que actualmente rebasa lo que originalmente fue la ciudad, porque llegaron de todos lados de la república”.
Y esa bonita y contundente idea se liga con lo anotado por Salvador Novo, quien en ‘La historia gastronómica de Ciudad de México’ —acá pueden leer el libro publicado por la Secretaría de Agricultura— mencionó que lo más valioso que entregó Tenochtitlan a los españoles no fue el oro, sino lo bueno, lo que permanece.
“Es lo que da alimento al hombre y lo que, como el hombre, es capaz de reproducirse y prosperar, frutecer, ser eterno, nuevo a cada primavera, a cada re-encarnación.
Esa es la verdadera, la imperecedera riqueza, la que cuando México entrega al mundo, su cesión no constituye un despojo que lo prive de su riqueza natural ni que lo empobrezca, sino una fraternal comunicación de sus bienes”.
¿Qué? ¿Nos vamos por unas quesadillas chilangas o una gordita de chicharrón para celebrar la diversidad de CDMX?
Como parte del espíritu navideño, oficiales de Policía y Tránsito de Monterrey repartieron juguetes y dulces a niños en diferentes puntos del centro de la ciudad.
El personal operativo de la Secretaría de Seguridad y Protección a la Ciudadanía de Monterrey, se dio a la tarea de brindar alegría a los infantes y a sus padres.
Desde hace más de 18 años, los oficiales del grupo motorizado de Tránsito portan el traje de Santa Claus en esta época navideña para recorrer las calles de la ciudad y visitar las zonas más vulnerables para llevar algún presente a los más pequeños del hogar.
Eduardo Sánchez Quiroz, Comisario General de la Secretaría de Seguridad y Protección a la Ciudadanía, dijo que en esta ocasión se unieron también elementos de la Policía de Proximidad, de Prevención de la Violencia y Cadetes, para regalar los juguetes.
“La indicación del señor alcalde es de que la Policía y Tránsito de Monterrey tenga más acercamiento con los ciudadanos, de que exista esa confianza con los servidores públicos que se encargan de protegerlos y de brindar la seguridad”, señaló.
El evento inició en la explanada de la Plaza Zaragoza, para posteriormente realizar un recorrido por el área de la Macroplaza con los Santas motorizados en compañía de un carro alegórico.
Los oficiales de la corporación regiomontana y Ricardo González Rodríguez encargado de la, Dirección de Vialidad y Tránsito, se detuvieron en Zaragoza y Morelos, así como Juárez y Morelos para seguir repartiendo los regalos.
El periodo ordinario de sesiones concluyó hoy sin que fuera posible discutir el Presupuesto de Egresos 2025 nuevamente, debido al bloqueo de los diputados de Movimiento Ciudadano y Morena, quienes, con su voto en abstención, impidieron convocar a un periodo extraordinario para analizar y aprobar el presupuesto.
Por tercer año consecutivo, Nuevo León podría operar sin un presupuesto actualizado, una situación que pone en riesgo la calidad de vida de la ciudadanía, ya que habrá recursos insuficientes para garantizar servicios públicos y realizar las obras que el estado requiere con urgencia.
Lorena de la Garza, diputada local y presidenta del Congreso, lamentó profundamente esta situación y declaró: “Hoy queda claro que el gobernador Samuel García, junto con los diputados de MC y Morena, decidieron priorizar sus intereses personales sobre las necesidades de las familias de Nuevo León. Esto no es más que el resultado del capricho y la falta de voluntad para trabajar en equipo”.
El día de hoy, en uno de los últimos intentos por destrabar el tema, se votó por la posibilidad de convocar a un periodo extraordinario para discutir el Presupuesto 2025. La votación quedó en 21 votos a favor del PRI, PAN y PRD, y 21 votos en abstención de MC y Morena. Esta decisión irresponsable deja en incertidumbre a los ciudadanos, quienes serán los más afectados ante la falta de un presupuesto actualizado.
Ante esta situación, la Comisión Permanente del Congreso permanecerá instalada para buscar hasta la última instancia la aprobación de un presupuesto que garantice el bienestar de Nuevo León. “Tenemos hasta antes de que termine el año para lograrlo. Esperemos que el gobernador, Movimiento Ciudadano y Morena recapaciten. De lo contrario, por ley se aplicará la reconducción presupuestal, como ha ocurrido en los últimos dos años”, destacó De la Garza.
La diputada también señaló que la falta de un presupuesto actualizado pone en riesgola distribución clara y responsable de más de 80 mil millones de pesos, generando incertidumbre sobre el destino de los recursos públicos. Los servicios básicos en los municipios de Nuevo León, que dependen del presupuesto estatal para garantizar agua, alumbrado, seguridad y obras públicas y proyectos clave para el desarrollo del estado, como infraestructura vial, salud y educación, que podrían quedar en pausa, afectando directamente a las familias.
“No podemos darnos el lujo de frenar a Nuevo León por caprichos y cálculos políticos. No se puede seguir poniendo en riesgo el presente y el futuro del estado”, concluyó la legisladora.
La diputada y presidenta del Congreso de Nuevo León, Lorena de la Garza, entregó una invitación al gobernador Samuel García para acudir el próximo 19 de diciembre al Congreso. El objetivo de esta reunión es entablar un diálogo abierto y constructivo que permita establecer acuerdos en torno al presupuesto 2025.
De la Garza destacó que el tema del presupuesto no puede resolverse a través de redes sociales ni por medio de comunicados, sino mediante un diálogo presencial y productivo entre el Ejecutivo y los legisladores. Por ello, hizo un llamado al gobernador para demostrar, con hechos, su interés en lograr un presupuesto acorde con las necesidades de los ciudadanos de Nuevo León.
“Es fundamental que logremos un presupuesto justo, responsable y actualizado, que responda a las verdaderas necesidades de la gente y garantice la calidad de vida de los ciudadanos. Este es un momento crucial para Nuevo León y debemos privilegiar siempre el interés de la ciudadanía”, declaró De la Garza.
La reunión fue programada un día antes del límite establecido para la aprobación del presupuesto, lo que subraya la urgencia de este encuentro. Además, la invitación fue circulada a los coordinadores de las distintas bancadas del Congreso, con el fin de garantizar un espacio de diálogo abierto y productivo.
“Hasta ahora, el Ejecutivo ha expresado disposición, pero no ha entablado diálogo con ningún coordinador ni con los diputados del Congreso. Esperamos que el gobernador atienda este llamado y platique con nosotros. Es momento de demostrarle a la gente de Nuevo León que está comprometido con sacar adelante el presupuesto que nuestro estado merece”, enfatizó la presidenta del Congreso.
De la Garza también hizo un llamado a las bancadas de Movimiento Ciudadano y Morena para que dejen de bloquear el presupuesto y se sumen a este esfuerzo conjunto. Por su parte, la bancada del PRI, PAN y PRD ha votado a favor de un presupuesto que refleja las prioridades y necesidades reales de Nuevo León.
“Pongamos siempre primero a Nuevo León. Este esfuerzo conjunto es la clave para atender los desafíos sociales, económicos y de infraestructura que enfrentamos como estado”, concluyó Lorena de la Garza.