“Aprendemos que el amor es importante y, sin embargo, somos bombardeadas/os por su fracaso. Este panorama desolador no altera en modo alguno la naturaleza de nuestro anhelo. Todavía esperamos que el amor prevalezca. Todavía creemos en la promesa del amor”.
Bell Hooks

Bell Hooks
El amor, un precepto que se enarbola con experiencias diarias, no tiene una definición específica y ha sido sujeto de análisis profundos y de interpretaciones, causa de películas, libros, artículos, canciones y movimientos. En su libro “Todo sobre el amor”, Bell Hooks, escritora afrofeminista, reformuló el término y le da un nuevo sentido, dando un paseo por sus experiencias con respecto a la construcción del amor romántico en el que nos encasillamos muchas veces, que define sentimientos, pero que deja corta su esencia y la realidad.
Cuestionar el valor de nuestras relaciones no es una moda actual, vivimos desde tiempos inmemorables en el análisis constante de bombardeos ecuménicos que nos dicen cómo debemos o no debemos ser en las relaciones y este ensayo es una guía para entender el significado en el que construimos con los valores establecidos en la infancia, en la historia y en la sociedad. bell hooks profundiza en el ejercicio de definirlo y lo encuentra como un poderoso movimiento social capaz de sanar y coexistir en el mundo como un espacio más justo y honorable, abriendo las diferentes capas que lo integran.

Representación de la exploración del amor en distintas formas de expresión.
La razón por la que este texto es tan importante con respecto a las olas del feminismo comienza por el intercambio de las relaciones personales, las relaciones familiares, con nuestra niñez y con nuestros círculos cercanos. Andrea Dworkin lo nombra en una frase histórica que abandera la tercera ola con un “lo personal es político”, y el análisis va alineado a una reflexión de hooks, quien dice que hay que replantear los roles que el patriarcado y el sistema nos ha impuesto, los cuales nos guían al amor romántico en donde una de las revoluciones que nos debemos es la del amor, replantearlo desde nuestras dinámicas tanto en la esfera privada como en la pública. La desigualad, la discriminación, la injusticia, la violencia y todo tipo de dominaciones, son incompatibles con el significado del amor como lo explica hooks:
“Las culturas de dominación se basan en el cultivo del miedo como una manera de garantizar la obediencia. En nuestra sociedad hacemos mucho sobre el amor y decimos poco sobre el miedo. Sin embargo, todos estamos asustados de una terrible manera la mayor parte del tiempo. Como cultura, estamos obsesionados con la noción de seguridad. No nos cuestionamos por qué vivimos en estados de extrema ansiedad y pavor. El miedo es la fuerza principal que sostiene los sistemas de dominación. Promueve el deseo de separación, el deseo de no ser conocido. Cuando se nos enseña que la seguridad siempre radica en la igualdad, la diferencia, de cualquier tipo, aparecerá como una amenaza. Cuando elegimos amar, optamos por movernos contra el miedo, contra la alienación y la separación. La elección de amar es la elección de conectarnos, de encontrarnos en el otro”.
El amor es un camino a la transformación social, a la justicia social y a entendernos desde otro lugar. Silvia Federici lo explica muy bien cuando habla de cómo el sistema económico, político y social nos observa desde un sistema de producción, cambiar la perspectiva nos podría colocar en otro lugar y como escribió hooks: “soñar que el amor nos va a salvar, a solucionar nuestros problemas o proveer de un estado de felicidad o seguridad solo nos mantiene atrapadas en una fantasía que menoscaba el verdadero poder del amor— que es su capacidad de transformarnos”, porque al final, el amor es un acto profundamente político.
Entender sus diversas capas, entenderlo en la importancia de la comunidad, en la amistad, en el amor propio, en el cuidado colectivo y en todo aquello que nos construye como personas en sociedad, es su más amplio significado. Y en la teoría suena muy atinado, llevarlo a la realidad, requiere un trabajo profundísimo de autoreflexión, crítica social y descubrimiento. Salir de todo aquello que nos bombardean los 14 de febreros y transmutarlo a acciones colectivas de entendimiento en nuestras diferencias, de cambios, de escucha y de construcción.
