Pensamos que es momento de hablar de las nuevas rutas o proyectos de movilidad en CDMX, propuestos por la jefa de Gobierno Clara Brugada desde su campaña electoral en 2024, en algunos casos, porque en otros, está recuperando los planes presentados en la gestión de Claudia Sheinbaum.
Y lo hacemos como un ejercicio de seguimiento porque si bien CDMX ha avanzado en temas de movilidad, todavía falta un largo tramo para que ofrezca una red integral de transporte público eficiente y digno.
Foto: Graciela López-Cuartoscuro.
¿Cuáles son esos proyectos de movilidad que se vienen para CDMX? Acá la lista con base a información del mismo gobierno chilango y las declaraciones de Clara Brugada.
Estas serían las nuevas rutas de Movilidad de CDMX según Clara Brugada
En los próximos años se vienen nuevas líneas del Cablebús, dos nuevas líneas del Metrobús, la rehabilitación de las líneas 3, 4 y A de nuestro querido Metro de CDMX, así como la ampliación de la Línea 12 hasta Observatorio y la conclusión de la rehabilitación de la Línea 1.
Foto: Gobierno de CDMX.
El proyecto de los semáforos inteligentes para alivianar el tráfico, 300 kilómetros más de ciclovías y un polémico piso peatonal sobre calzada de Tlalpan.
3 nuevas líneas de Cablebús en CDMX
Según Clara Brugada, hay un plan maestro para la Movilidad de CDMX que contempla la construcción de 5 nuevas líneas de Cablebús —que beneficiarían a las alcaldíasTlalpan, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Milpa Alta y Xochimilco.
Y para 2025 el gobierno de CDMX contempla la construcción de 3 de esas líneas. Una iría de Xochimilco a Milpa Alta y suponiendo que todo vaya bien, empezaría a dar servicio en 2026.
Foto: Edgar Negrete-Cuartoscuro.
Otra línea iría de Tlalpan a Coyoacán, conectando el Ajusco con CU y una más se construiría en Álvaro Obregón.
Metrobús
En el caso del Metrobús de CDMX tenemos los proyectos de la construcción de dos nuevas líneas: la Línea Cero y la 8.
La primera es la continuidad de un proyecto que Claudia Sheinbaum ya había anunciado, cuando era jefa de Gobierno de CDMX, en 2020.
Foto: Gobierno de CDMX.
Se trata de una línea con 46 km de recorrido sobre Circuito Interior —algo parecido a una de las rutas de la RTP, la de Circuito Bicentenario.
Nada más para darnos una idea, la Línea Cero del Metrobús pasaría por Paseo de las Jacarandas, Calzada Melchor Ocampo, avenida Revolución, Patriotismo, Río Mixcoacac, Churubusco o Boulevard Puerto Aéreo.
La idea es que los metrobuses de la Línea Cero circulen por carriles laterales y, bueno, hasta el momento no hay avances sobre este proyecto presentado en el gobierno de Claudia Sheinbaum y que retomará Clara Brugada.
Foto: @ClaraBrugadaM
Hay otro proyecto que ya tiene sus años en la mesa y es la construcción de un Metrobús en Periférico.
Hablamos de la Línea 8 que conectaría la Alameda Oriente, en la alcaldía Venustiano Carranza en CDMX con el CETRAM de Toreo, en Naucalpan, Edomex.
Su extensión será de más de 50 kilómetros, poco más que lo recorrido por la Línea 1 del Metrobús.
Sin embargo, sobre este proyecto en Periférico hay usuarios que piden revisar el Plan Maestro del Metro en busca de la ampliación o construcción de nuevas líneas de la limusina naranja.
El Metro de CDMX
Para el Metro de CDMX, el gobierno chilango contempla la entrega completa de todas las estaciones de la Línea 1, que corre de Pantitlán a Observatorio.
La Línea 1 del Metro de CDMX cerró, de manera parcial, en el verano de 2022 con la promesa de abrir en su totalidad en agosto de 2023. Sin embargo, ya estamos en 2025 y todavía no termina la rehabilitación. El proyecto lleva más de un año de retraso.
Foto: Gobierno CDMX.
Además, prevé la rehabilitación de las 3 (Universidad-Indios Verdes), 4 (Santa Anita-Martín Carrera) y A (Pantitlán-La Paz). Así como la ampliación de la Línea 12 hasta Observatorio.
Sobre la rehabilitación de la Línea 3, la Gaceta de CDMX ya publicó su licitación y echándole un ojo al documento encontramos que toda la obra arrancaría —si todo sale bien— el 6 de febrero y terminaría el 15 de diciembre de 2025. Acá pueden checar la información a detalle.
Foto: data.consejeria.cdmx.gob.mx
En cuanto a la ampliación de la Línea 12 —que corre de Tláhuac a Mixcoac con miras a extenderse hasta Observatorio—, la verdad es que su construcción ha demorado un montón.
Tan sólo basta decir que comenzó en el gobierno de Miguel Ángel Mancera, luego Claudia Sheinbaum tomó la batuta y Clara Brugada la heredó.
O sea, ha llevado 10 años de construcción y tres gobiernos chilangos. ¿De qué va esta ampliación?
Foto: fonadin.gob.mx
El objetivo es la construcción de 4.6 k de la Línea 12 en un túnel profundo con dos estaciones (Álvaro Obregón y Valentín Campa) más la terminal de Observatorio.
Si bien este es un proyecto del Gobierno Federal —que también tuvo sus broncas porque arrancó en el sexenio de EPN y hasta el de AMLO inauguraron una parte—, vale mencionar que todavía pendiente la apertura de una estación y la terminal del Tren Interurbano, el Insurgente.
Foto: obras.cdmx.gob.mx
Sí, se trata de un proyecto al que en el gobierno de AMLO le entraron los de Edomex y CDMX, dejando pendiente la inauguración de la estación Vasco de Quiroga y la terminal Observatorio en CDMX.
Segundo Piso Peatonal en Tlalpan
Este es un proyecto que ha causado polémica porque tanto tuiteros como especialistas entrevistados en medios nacionales han mencionado que el gobierno de CDMX debería mejorar la vialidad a nivel de piso para hacerla más segura y accesible para los peatones.
Estamos hablando del Segundo Piso Peatonal que iría por encima de la Línea 2 del Metro para conectar Tasqueña con el Centro Histórico de CDMX y que podría ser algo parecido al High Line de Nueva York.
¿Ustedes qué opinan de todos estos proyectos de Movilidad para CDMX, que dicho sea de paso, algunos son la continuación de otras administraciones?
Cuando pensamos en cómo mejorar la calidad de la educación, normalmente nos enfocamos en el sistema escolar: los planes de estudio, la capacitación docente y las instalaciones educativas. Y sí, todos esos elementos son importantes, pero no podemos pasar por alto otro factor decisivo: la participación activa de las familias en la vida escolar de sus hijos.
El Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación (IFE) del Tecnológico de Monterrey, dedicado a promover la innovación educativa, ha documentado que el involucramiento de las familias es fundamental para que los estudiantes alcancen su máximo potencial.
Esto no significa únicamente asistir a reuniones escolares o firmar boletas, sino construir un puente constante entre casa y escuela: mantener una comunicación fluida con los maestros, mostrar interés genuino por lo que aprenden y sienten los hijos, conocer su vida escolar, su comunidad de amigos y la utilidad que encuentran en el aprendizaje.
Cuando ese puente existe, el impacto es tangible: el absentismo escolar se reduce (algunos estudios registran disminuciones de hasta el 24 %), el rendimiento académico mejora, la conducta se estabiliza y la motivación aumenta.
Este efecto no solo se observa en los primeros años de primaria; el acompañamiento familiar sigue siendo crucial en la adolescencia. El Observatorio del IFE señala que la implicación parental en esta etapa influye en decisiones clave, como continuar o abandonar los estudios. En otras palabras, la presencia atenta de un padre o madre puede abrir o cerrar oportunidades para un mejor futuro.
El beneficio también alcanza a los docentes. Cuando un maestro siente que las familias valoran y respaldan su labor, aumenta su motivación y puede adaptar mejor sus estrategias pedagógicas al conocer de primera mano el contexto y necesidades de cada alumno. A su vez, los padres que se involucran comprenden mejor el plan educativo, los retos y progresos de sus hijos y, en muchos casos, recuperan el interés por su propia formación académica. Así, la participación familiar genera círculos virtuosos que benefician a todos.
Sin embargo, muchas familias enfrentan barreras reales: horarios laborales inflexibles, falta de recursos o la percepción errónea de que “la educación es responsabilidad exclusiva de la escuela”. Como sociedad, debemos entender que la participación parental no es un lujo, sino una inversión educativa con beneficios comprobados. Esto exige que empleadores y escuelas generen mecanismos para facilitarla sin que suponga un sacrificio imposible.
En conclusión, la educación de calidad es una construcción colectiva. No empieza ni termina en el aula: se nutre en el hogar, en las conversaciones después de la escuela, en el interés por las tareas, en la celebración de logros y en el acompañamiento frente a las dificultades. Podríamos tener los mejores programas y a los docentes más preparados, pero sin padres presentes perderíamos una de las piezas más valiosas del rompecabezas educativo.
En el marco del Día de la Juventud, el domingo 10 de agosto se llevó a cabo la Rodada y Carrera por la Paz y contra las Adicciones, un mensaje vivo contra los estigmas. Ese día, México amaneció con sus calles transformadas en ríos de bicicletas y pasos firmes. No fue una simple carrera ni una rodada más: fue un grito colectivo por la paz, un llamado de las juventudes para dejar atrás la sombra de la violencia y pedalear hacia un país con justicia y esperanza.
Nos decían “ninis”, apáticos o irresponsables, pero no olviden que históricamente hemos sido las y los jóvenes quienes hemos tomado la batuta para encabezar movilizaciones que derivan en cambios sociales monumentales. Hoy, como ayer, no nos quedamos al margen: somos motor de transformación, fuerza organizada y esperanza colectiva.
Esta actividad formó parte de una jornada nacional que impulsamos desde el IMJUVE y la CONADE, con el respaldo de instituciones como la Secretaría de Bienestar, la SEP, los Centros de Integración Juvenil y el IMSS Bienestar. En todo el país se organizaron 109 carreras y rodadas en los 32 estados, sumando más de 780 kilómetros recorridos y la participación de más de 120 mil personas de todas las edades. Es la prueba viva de que, cuando hay organización y voluntad, las juventudes mexicanas pueden movilizarse con fuerza y convicción por causas que importan.
Desde el IMJUVE impulsamos esta rodada no solo como una actividad deportiva o recreativa, sino como un recordatorio vivo para las y los jóvenes: los espacios públicos son nuestros, y debemos habitarlos, defenderlos y transformarlos. Cada avenida tomada por bicicletas, cada parque ocupado por risas y pasos firmes, es una declaración de que la calle es lugar de encuentro, organización y libertad.
Recuperar el espacio público es también recuperar nuestra voz y nuestro derecho a vivir sin miedo. Como dice el Presidente Andrés Manuel López Obrador, “solo siendo buenos podemos ser felices”. Y como ha dicho la Presidenta Claudia Sheinbaum, “la paz se construye con justicia”. Esa es la ruta, y la estamos pedaleando. La Cuarta Transformación no se limita a grandes obras o a reformas históricas: también se construye en gestos colectivos que siembran valores, fortalecen lazos y forjan comunidad.
Y que nadie lo olvide: las juventudes de hoy somos herederas de una tradición de lucha que no se conforma ni se rinde. Del movimiento estudiantil del 68, a la defensa de la democracia en 1988 y las movilizaciones por la paz y la justicia en los años más oscuros, la historia nos ha puesto siempre en la primera línea. Hoy, con la 4T, tenemos no solo la energía y la rebeldía, sino también el respaldo de un proyecto que nos abre las puertas para transformar de raíz nuestro país.
En cada rodada, se dibuja también la memoria de tantas luchas que abrieron camino para que hoy podamos vivir un México con esperanza. La paz no se decreta: se cultiva. Y en esta Cuarta Transformación, se construye desde las calles, con el sudor de la frente y la alegría del corazón, sabiendo que cada paso y cada pedal son parte de un mismo destino: un país donde el bienestar sea costumbre y la justicia, la norma.
Esta semana, Donald Trump decidió revivir su guión favorito: prometer soluciones de televisión para problemas reales. Al anunciar que quiere “devolver” a 29 narcotraficantes mexicanos, no sólo simplifica un fenómeno complejo, sino que convierte la relación bilateral en un espectáculo. Una narrativa lista para titulares y para su base electoral. Señor Trump, esto no es Amazon devolviendo un paquete defectuoso: son relaciones diplomáticas, procesos judiciales y soberanía nacional.
La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum fue contundente. Sheinbaum dejó claro que México no es un escenario para la campaña de nadie. Subrayó que su gobierno ha trabajado en abordar la seguridad de forma integral y que no aceptará un trato de subordinación. Para Sheinbaum, el respeto mutuo y la cooperación real son esenciales, y las declaraciones de Trump no son más que ruido electoral.
A mi parecer, la postura de la presidenta busca dignidad y soberanía. Su mensaje no es solo un rechazo a la retórica de Trump, sino una reafirmación de que México tiene su propia agenda y no será utilizado como herramienta de campaña extranjera. Al mismo tiempo, recalca la importancia de una cooperación basada en hechos y no en gestos mediáticos.
Es así como, mientras Trump busca titulares fáciles, Sheinbaum y muchos líderes mexicanos enfatizan que la relación bilateral no puede reducirse a un show. En cambio, debe basarse en el respeto y en la búsqueda de soluciones reales, lejos de las luces del espectáculo político.
Si Trump, o cualquier otro líder, quisiera realmente enfrentar al narcotráfico, el camino no es el teatro político, sino una cooperación efectiva que incluya: intercambio de inteligencia en tiempo real, combate financiero para congelar cuentas y redes de lavado, políticas conjuntas contra el tráfico de armas desde EE.UU. hacia México, y programas binacionales para atacar las causas económicas y sociales del reclutamiento criminal.
El panorama para México es claro: estamos hartos de que se utilicen temas tan serios como el narcotráfico para montar espectáculos políticos. La postura de Sheinbaum refleja el sentir de un país que busca seriedad y cooperación real, no más episodios de un reality ajeno. Es hora de dejar claro que México no está para juegos mediáticos y que las soluciones reales se construyen con respeto y trabajo conjunto, no con discursos simplistas.