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#Opinión

¿Cuál es mi responsabilidad dentro de la sociedad?

La responsabilidad social ciudadana, un desafío para la sociedad moderna, esta semana la Mtra. Norma Guzmán nos regala un texto para reflexionar como ciudadanos.

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Hola buenos días ¿estás en esta materia?, le pregunté a un joven como de 20 años de edad, alto, blanco, que traía puesta una gorra obscura, y que estaba entrando al salón de clases, sí, me respondió, ¿pero te cambiaste de grupo? si ¿con que maestra estabas? con una de cabello chino y lentes, ¿Ya le avisaste a la directora? le pregunté como dudando de sus respuestas, Si, me respondió ¿seguro? Si, Ok pues entra y bien venido a la clase, le sonreí.

Así comenzó mi día de la semana pasada, 31 de enero de 2023 dándole la bienvenida a un joven que se había incorporado junto con una chica a la clase de Tanatología, les pregunte ¿porque no habían entrado desde el principio del cuatrimestre, ya que las clases habían comenzado el 3 de enero, y porque el chico no estaba en la lista,  la alumna me respondió que ella no había podido ir a la escuela por alguna situación que ahora ya  no recuerdo, y él porque estaba con otra maestra, tomaron sus lugares, comencé a pasar asistencia y pregunté a los alumnos si habían hecho su tarea, contestaron algunos que sí y otros que no.

Uno de los alumnos que se había comprometido la clase pasada a darnos una meditación comenzó pidiendo que todos nos sentáramos cómodos con las espaldas lo más rectas posibles, todos nos comenzamos a mover en nuestras sillas acomodándonos, el joven con una sonrisa nos estaba guiando y llevaba una bocina para compartirnos una música muy agradable, también él se comenzaba a preparar para guiarnos en esta gran experiencia. Comencé a observar al grupo a todas y a cada uno haciendo la dinámica, cuando  me percato que, de su grupo de amigos, una de las chicas, no seguía sus indicaciones me sorprende de que manera se relacionan los jóvenes, como es posible que se apoyen de esta forma cuando es el momento oportuno para demostrarse que ser un buen amigo es el primero que esta para aportar, para demostrar,  para llevar a cabo las indicaciones que se supone que está dando uno de sus mejores amigos, todo el grupo en cambio participo de una manera solidaria y esta chica que se supone ser su amiga inclinada en la banca desganada completamente llevando a cabo la meditación, en fin, así es como quizás hoy se demuestra la amistad y se acepta.

La meditación estuvo muy bien llevada al finalizar las y los alumnos terminaron muy tranquilos y le dimos un aplauso por su gran trabajo.

Después hablamos sobre la importancia de canalizar la ira de no quedarnos con ella haciéndonos daño o haciendo daño a los demás, propuse algunas herramientas como escribir cartas de rabia , más adelante trabajamos duelos y porque algunas veces no superamos los duelos, se hablaron sobre algunas ideas como los apegos y las culpas, así que hicimos un dibujo en donde las y los alumnos  diseñaran sus culpas, como las imaginaban, de que color, de que forma y así cada uno fue pensándolas y dibujándolas.

Había olvidado contarles que al inicio de la clase como fue la primera vez que llegaron este chico y esta joven les pedí que se anotaran en la lista de los equipos que desde un inicio se conformaron para exponer al final del cuatrimestre diferentes temas sobre tanatología, para lo cual el joven muy amable le dijo a la chica que ella escogiera primero y después él se anotaría. Cuando todos estaban haciendo su dibujo el me pidió permiso para salir hacer una llamada rápido lo cual se lo concedí, entro y le solicité que comenzará hacer su dibujo.

Cuando ya todos tenían su dibujo terminado de la culpa,  la dinámica era que lo pasaran al compañero de un lado y este transformara ese dibujo poniendo algo agradable sobre ese mismo, y así sucesivamente pasaran a cada uno de sus compañeros hasta llegar nuevamente a su dueño, desafortunadamente hay un grupo de chicas que siempre están hablando no ponen atención y una de ellas me hace una pregunta sobre el dibujo y le respondo aja que es lo que no entiendes y ella muy molesta me contesta… aja¡¡ aja¡¡¡ pero le vuelvo a pregunta cual es tú duda en concreto ¿qué es lo que no entiendes? y ella me contesta… aja¡¡¡ aja¡¡¡ eso no entiendo de una forma grosera, cuando llega un dibujo a las manos de a una chica de ese grupo hace un comentario como ¡¡¡que feo¡¡¡¡ le digo “ por favor no haga esos comentarios” y me responde ¡¡¡ay maestra es una broma¡¡¡ Desafortunadamente estamos trabajando perdidas y cualquier comentario o risas aleja a las compañeras a compartir situaciones o experiencias porque no saben como van a reaccionar sus compañeros o compañeras.

Al terminar la clase y al tener todas y todos en sus manos su dibujo de la culpa ya transformada, me doy cuenta en sus caras que se refleja una sonrisa de gusto lo que sus compañeros agregaron de positivo a sus dibujos les da la oportunidad de ver su culpa transformada. Finalmente les pido que pongan sus nombres en cada uno de sus dibujos y que se califiquen como fue su trabajo durante el mes de enero, que califiquen su asistencia, participación, empatía, respeto, tares, y para mi sorpresa me doy cuenta que los jóvenes licenciados no reconocen los valores, la honestidad, la dignidad, el respeto, la empatía, la escucha, la aceptación.

Ahora les voy a platicar el final de la historia de este día, se acuerdan del chico que llego y que dijo que se había cambiado de grupo y se anoto a esta clase, era una gran mentira no pertenecía a esta clase, era un joven que ni siquiera  acudía a la Universidad, no sé cómo entro, no sé si es amigo de alguno de los alumnos, o novio de alguna de las chicas, el joven no mostro ser grosero solo se salía del salón, pero rebasó la privacidad de un grupo, de una lista. No puedo imaginar, el atrevimiento de este joven para poder invadir un espacio y el del grupo para poder callar al saber que este joven no pertenece a la escuela.

Mi preocupación es que hoy existe mucha inseguridad y violencia en los planteles, soy una maestra que estoy dando clases a mis alumnos y confío que hay una seguridad en la escuela en la dirección. Creo en los jóvenes, no es posible que me quiten la fe, la esperanza y el amor por la juventud, no es posible que me quiten la esencia de compartir el conocimiento desde la empatía y la aceptación incondicional creo en mi carrera la amo y se que da frutos por que a través de los años e tenido maravillosas experiencias y las sigo teniendo, pero por favor tenemos que estar unidos y no permitir que unas cuantas personas pudran la educación que es ya tan mala en este país.

Es una lástima que algunos de los jóvenes acudan a las universidades a pasar el tiempo a burlarse de los compañeros de los maestros a sacar las frustraciones familiares, y sociales. Es una lástima que jóvenes maduros con ganas de aprender, trabajar, tengan que compartir con estos jóvenes y sobre todo que no se den cuenta que seguimos pagando y tirando nuestro dinero en personas como estas, en escuelas, trabajos, y sociedad en general que no se hacen responsables de sus vidas y sus deberes, pagando justos por pecadores.

No quiero dejar de hacer y de pensar cual es mi responsabilidad dentro de la sociedad, siempre tengo presente no dañar al otro, el cuidado del otro es mi responsabilidad, un día un gran maestro me dijo a quién tienen en su campo de concentración, no necesito estar en la segunda guerra mundial para hacer daño a otro es tan fácil dañar, juzgar, criticar hay veces que solo una palabra daña para toda la vida, no seas tu parte de eso.

Una persona virtuosa es una persona que busca el bien y actúa con libertad. Esta es una dimensión radical de la persona, y se ve como unidad sustancial, sólo cabe la referencia a sus actos como único modo de su perfeccionamiento. Estos actos, a su vez, sólo se pueden entender desde las potencias operativas humanas, que van creciendo. El hecho de que sea considerada la persona como unidad, ayudará a integrar la virtud en el modo de ser. Cita (https://www.redalyc.org/journal/5257/525762352002/html/)

No podemos dejar de practicar cada día nuestros valores, recordar que el cuidado del otro es responsabilidad de cada uno de nosotros, tenemos que pensar que bien vamos hacer el día de hoy a otros y no lo contrario. No olvidar que el valor de cada persona es la dignidad que le das a cada una de ellas por el único hecho de ser quien es, no nos volvamos insensibles ante cualquier situación o experiencia que vivimos los seres humanos.

Norma Guzmán es master en terapia breve estratégica y desarrollo humano, y doctorante en desarrollo humano por la Universidad Motolinía del Pedregal. Ha sido docente en los niveles media superior y superior, destaca su desempeño en la Universidad Motolinía del Pedregal y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su experiencia profesional también se ha desarrollado como conferencista, capacitadora y psicoterapeuta en diversos ámbitos vinculados con instituciones sociales y educativas en México; así como en el sector privado.

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Debates, discursos y realidades

Valdría la pena, por lo menos en nuestro país, hacer un ejercicio de consciencia en donde las y los autoproclamados ganadores de debates, presentes y futuros, hablaran menos y escucharan más.

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Uno de los referentes entre las juventudes estadounidenses en las elecciones del 2016 fue Bernie Sanders. Su visión socialdemócrata antiestablishment atrajo a nuevos votantes, fortaleció sus bases y acerco a miles de entusiastas alrededor de su campaña y sus propuestas, y quien, pese a no obtener la nominación, se convirtió en un fenómeno político estudiado a la larga e incluso replicado.

Este fenómeno fue el principio marcado de un sentimiento que ha crecido a lo largo de los años alrededor del globo, ya no solo con las juventudes, sino con el grueso de los votantes (que si votan, hay que decir) y ha colocado en la presidencia a personajes completamente controversiales como Bukele en El Salvador o recientemente a Milei en Argentina, llevando a los países a extremas contrarias.

Este fenómeno lo hemos visto repitiéndose en ciclos en donde las personalidades más sagaces traen las “propuestas políticas” más innovadoras en un momento de cansancio social, dan un respiro o un golpe de timón a lo que parece ya marcado en el libreto del quehacer político: mismas propuestas con diferentes nombres, ataques feroces de errores y señalizaciones por corrupción y una innumerable cantidad de deseos como carta de Santa Claus, irrealizables nada más por el solo hecho de que son estructuralmente imposibles o porque son totalmente inútiles.

Este fenómeno no surge de un momento político, sino de una enorme falta de oído. Los políticos de siempre parecen saber de cierto que necesitan sus electores sin siquiera escucharles o ya de perdida, mostrar un poco ya no de empatía, de simpatía y seriedad.

La construcción democrática, esa que avizoramos a largo plazo como un cambio transfornacional, va mucho más allá de fenómenos y promesas momentáneas. Estamos avanzando a un momento político transicional en el que las agendas tienen que ser robustas, realistas, claras y con rumbo, ajustadas a estas nuevas realidades locales, nacionales e internacionales. Ajustadas a los problemas y necesidades actuales y los que son inminentes en un futuro (no es una caja de pandora, menos una china).

El secreto oculto sin embargo está en que estas buenas propuestas y agendas, que existen, no necesariamente son traducidas de manera eficaz, ya sea por la efervescencia política casi agotadora a la que estamos sometidos todos los días, ya sea porque hay que ganar la elección. Entonces, ¿cómo podrán las y los candidatos entender las necesidades para que las personas emitan un voto pensado en propuestas?, ¿les conviene?

Valdría la pena, por lo menos en nuestro país, hacer un ejercicio de consciencia en donde las y los autoproclamados ganadores de debates, presentes y futuros, hablaran menos y escucharan más. Y que en esos futuros debates, fueran justamente esas agendas, esas propuestas y esos proyectos, tan necesarios, los ganadores.

 

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La violencia política de género: el mayor obstáculo de las mujeres en el poder

Hay muchas batallas que se han librado para que hoy tengamos estos espacios de poder y hay que seguir luchando para poder ejercerlo con libertad.

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En los primeros días de junio de 2024, la Consejera Presidenta del INE, Guadalupe Taddei, y la Magistrada Presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Mónica Soto Fregoso, habrán calificado la elección y le entregarán la constancia de mayoría a otra mujer que será la presidenta de la República a partir de octubre.

Setenta años después de que se otorgara a las mujeres el derecho a votar y ser votadas, y tan solo seis años después del gran paso en la igualdad que fue la ley Paridad en Todo, tendremos una foto cargada de simbolismo donde, por primera vez, las mujeres no serán la minoría que se coló en el poder.

Sin embargo, no estamos aquí solo por la foto. Hay muchas batallas que se han librado para que hoy tengamos estos espacios de poder y hay que seguir luchando para poder ejercerlo con libertad. Existe mucho ruido alrededor de la violencia política en razón de género, pero los árbitros electorales han tenido pocos “dientes” para sancionarla.  Aunque existe un registro de personas sancionadas por este tipo de violencia en el cual hay 335 nombres, fuera de la exposición pública, falta mucho para dar justicia a las víctimas.

Por otro lado, ha habido casos como el de la periodista y académica Denise Dresser, quien fue acusada por la diputada Andrea Chávez de violencia política. Aunque el Tribunal revocó la multa y la sanción de Dresser argumentando que ejercía su libertad de expresión, queda la duda sobre qué es y qué no es un acto de violencia. Hay críticas hacia las candidatas, no solo las presidenciales, sino en todos los puestos de elección popular, que dejan a un lado las propuestas y visión de país y se enfocan en la violencia simbólica y estética. Una sociedad que normaliza esta violencia (viniendo de hombres o de mujeres) difícilmente podrá observarla y menos, sancionarla. Esto, al final, no le beneficia en nada a la democracia.

Debemos tener tolerancia cero a la violencia, venga de quien venga, y no permitir el acceso al poder de personas violentadoras. En diciembre de 2023, el INE aprobó la Ley 8 de 8 contra la violencia, que expande la 3 de 3 y que podrá retirar candidaturas a las personas que incurran en cualquiera de estos ocho supuestos de violencia:

  1. ⁠Comisión intencional de delitos contra la vida y la integridad corporal;

2.⁠ ⁠Contra la libertad y seguridad sexuales;

3.⁠ ⁠Cuando afecte el normal desarrollo psicosexual;

4.⁠ ⁠Violencia familiar;

5.⁠ ⁠Violencia doméstica;

6.⁠ ⁠Violación a la intimidad sexual;

7.⁠ ⁠Violencia política, y

8.⁠ ⁠Ser declarada como persona deudora alimentaria morosa.

Avanzar en la sanción efectiva a la violencia también es una tarea pendiente. Las mujeres no vamos a dar un paso atrás y no vamos a acostumbrarnos a la violencia. Por ello, el TEPJF adelantó que ya está trabajando en la creación de una Defensoría para las Mujeres para juzgar y calificar las elecciones con perspectiva de género y coadyuvar a erradicar esta violencia que es su mayor obstáculo para el acceso y el ejercicio del poder.

La violencia, como lo vimos en la marcha del 8 de marzo, nos sigue atravesando a todas las mujeres sin importar el origen, preferencia política, orientación sexual o etnicidad. Nuestra lucha es erradicarla en todos los ámbitos, incluyendo, evidentemente, el de la política.

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8M y las cifras

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A propósito de la conmemoración del 8 de marzo, Día de la Mujer, y de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, en lo que va del sexenio se han registrado un total de 18 674 mujeres víctimas de muertes violentas; 13 853 muertes fueron catalogadas como homicidios dolosos y 4688 como feminicidio (4821 presuntas víctimas de feminicidio).

Los estados con mayor reporte de violencia son el Estado de México, Chihuahua y la Ciudad de México. Según sus datos, la Ciudad de México es la entidad donde más se llama a equipos de emergencia relacionados con violencia contra las mujeres a pesar de no tener ninguna Alerta de Violencia de Género, a diferencia del Estado de México que cuenta con 11 Alertas desde 2015 y 7 con doble alerta desde 2019, con 4333 llamadas.

A nivel nacional se reportan, a enero de 2024, 24 238 llamadas relacionadas por violencia contra las mujeres, 482 llamadas relacionadas con incidentes de abuso sexual; 1454 por violación, 19 387 de violencia de pareja y 44 183 por violencia familiar.

Conforme a los hallazgos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de los 48.6 millones de mujeres de 15 años y más que residen en el país, se estima que 34.1 millones (70.1%) han experimentado a lo largo de la vida, al menos una situación de violencia física, psicológica, física, sexual, económica, patrimonial y discriminación en los espacios escolar, laboral, comunitario, familiar o en su relación de pareja.

Estos hallazgos históricos demuestran varios fenómenos, uno de ellos es que aún existe muchísimo trabajo institucional e integral por hacer para acompañar a las mujeres víctimas de delitos en su contra y que si bien, las leyes han ido alcanzado los diferentes tipos de violencia que enfrentamos y han dotado de herramientas jurídicas a las mujeres, deben de ir acompañados de otros procesos.

En materia de prevención este esfuerzo es importantísimo en términos de habilitar más esfuerzos de comunicación y familiarización para que las mujeres sepan con qué herramientas cuentan. En el caso de la Ciudad de México, Las Lunas son unidades territoriales de atención y prevención de la violencia de género de la Secretaría de las Mujeres, son espacios informativos y de canalización muy eficientes; sin embargo, son poco conocidos. Así mismo la línea violeta y la línea SOS mujeres (*765) o los puntos violetas, necesitan mayor difusión.

Además de ello, sigue existiendo una deuda en materia de abordaje institucional, ya que la perspectiva de género ––como lo vimos hace una semana con la sentencia dictada por el juez en el caso de la niña de 4 años–– se sigue dejando en el cajón del escritorio, donde aún pesa mucho más la revictimización; esa revictimización hace que miles de mujeres víctimas de violencia en su contra no denuncien, esa revictimización que urge a las instituciones capacitación y un presupuesto transversal.

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