No es novedad el tiradero que tienen los partidos políticos en México. Llevamos décadas viendo la ropa sucia de cada uno de ellos, que no lavan en casa.
Podemos afirmar que existe una decadencia tanto interna como externa.
Internamente, son instituciones secuestradas por grupos corruptos que las dirigen, supuestos “líderes” que no lideran; sólo gozan de las prerrogativas económicas y del poder de palomear a sus candidatos y llevar a cabo acuerdos políticos para su beneficio.
Externamente, no convencen, como vimos en la última elección presidencial, donde una coalición opositora se presentó como un Frankenstein hecho al vapor, que nunca cobró vida suficiente. Los resultados los conocemos todos y no hay duda de que les fue bastante mal.
Los partidos nos dejan ver sus más oscuros deseos. Actúan como si no se percataran de la tragedia que sufrieron, no quieren ver, escuchar ni reflexionar. No se dan cuenta de que perdieron la brújula y la representación popular.
Hoy es evidente la pérdida de identificación partidista. Más del 40% de los ciudadanos no estamos convencidos de las actuales opciones; estamos hartos del cochinero de los partidos. Incluso sus militancias van en declive.
Sería ideal que se reconocieran a sí mismos como las instituciones de interés público que deben ser.
Sería ideal que se reconocieran como oposición constructiva frente al público, ante el gobierno y frente a los otros partidos. Además, deben entender el papel que tienen como equilibrio en el juego legislativo.
Si fueran inteligentes, se darían cuenta de que están en un momento importante en el que podrían adaptarse a los nuevos tiempos políticos. Deberían estar cerrando filas, dejando atrás las peleas internas y concentrándose en reinventarse y tratar de sobrevivir.
Black Out
MORENA también debe aprovechar la solidez de su triunfo en las urnas para tomar un rumbo serio e inteligente, escuchando a sus contrapartes y a los ciudadanos.
El nuevo Consejo Asesor Empresarial es otra buena señal de que la agenda económica está en las prioridades de la Doctora Sheinbaum.
