Cuidad de México | 05 de mayo de 2022. | Redacción.-
Pobladores del Lejano Oriente llegaron al continente americano hace cerca de 3000 años y fueron una influencia fundamental en la llamada “Cultura Madre” de Mesoamérica: la Olmeca.
Cuauhtémoc Sánchez Osio, investigador y especialista en Historia del Arte, afirmó que después de un profundo análisis y ordenamiento de información cartográfica, bibliográfica y arqueológica sobre el poblamiento del continente americano, mucha de ella con miles de años de antigüedad, es factible concluir que pobladores de Asia se aventuraron por el Océano Pacifico hasta tierras americanas, a las que, en su momento, identificaban como Fusang.
En conferencia de prensa realizada en las instalaciones de la Fundación Casa del Poeta, el experto describió algunos de los principales documentos históricos y mapas elaborados por europeos, árabes y asiáticos, previos a la llegada de Cristóbal Colon, que hacen referencia a tierras de lo que posteriormente se vino a llamar “Nuevo Mundo”.
Cabe decir que el recuento cartográfico que Sánchez Osio ha revisado, más de 20 mapas que brindan referencias de tierras que los europeos vinieron a “descubrir” casi 2500 años después de los asiáticos.
Explicó que en el año 1048 antes de cristo Di Xin, rey de la Dinastía Shang, fue retado por su vasallo Wu en la llamada batalla de Muye, con el apoyo de combatientes y esclavos desertores, quienes vencieron al rey dando origines a la nueva Dinastía Zhou.
Los clanes sobrevivientes de la Dinastía Shang se dispersaron a lo largo del continente asiático pero, algunos huyeron por barco desde la costa sureste de China hacia el Este y nunca más se supo de ellos.
De esta manera quedó registrada en la historia la llamada “Primera Gran Migración”, con navegantes que se pudieron detener , algunos en Corea, mientras otros siguieron las corrientes marítimas hacia el muy Lejano Oriente (Fusang), con la muy sólida probabilidad de que hayan tocado tierra en costas mexicanas.
Dijo que es justo en el tiempo en que cae la dinastía Shang, entre un grupo de pobladores florece en Mesoamérica la llamada cultura Olmeca, de la cual no se tiene registro de avance gradual en su desarrollo. “El gran salto coincidió justo al mismo tiempo del ocaso de la Dinastía Shang y la Primera Gran Migración” de Asia hacia el Este.
Existe sobrada evidencia en la escultura Olmeca de la presencia asiática en cientos de figuras, así como también de diversas otras razas. Esto podría explicar, por ejemplo, los perceptibles rasgos africanos de las cabezas colosales olmecas. Existe evidencia histórica de que los chinos contaban con el apoyo de personajes africanos, probablemente de Madagascar, como guardianes y guerreros en sus embarcaciones.
Sánchez Osio hizo también una serie de comparaciones arqueológicas, lingüísticas, artísticas, mitológicas, genéticas y de simbología, entre otras, que demuestras la evidente influencia milenaria de Asia en las culturas americanas como el caso de la olmeca y la maya en México, o la Tihuanaca en los países Andinos.
El experto esbozó, también, una segunda migración asiática, la cual muy probablemente llegó a América en el ocaso del imperio de Qin Shi Huang, quien unificó China, dándole su nombre, e inicio la construcción de su famosa muralla poco más de 200 años antes de cristo.
Este emperador ordenó una expedición hacia Fusang en búsqueda de la pócima para la vida eterna, describiendo esta tierra a 20 mil Li de distancia, la cual fue organizada por Xu Fu, y de la cual no se sabe si se quedó en Japón o llego a Fusang, ya que el navegante Xu Fu nunca regresó.
Sánchez Osio explico que la historia china registra que, siete siglos después de la posible llegada de Xu Fu, un grupo de monjes budistas llegaron a también Fusang e incluso la describieron en el tradicional libro chino de “Liang Shu”.
Es posible que se hayan realizado otras migraciones. Gavin Menzies, ex navegante de la Royal Navy británica publicó en 2001 su teoría de que el almirante eunuco chino, Zheng He, realizó diversas travesías por el mundo entre 1405 y 1433 incluida Améria. Esto lo plasmó, en su Obra “1421, el Año que China Descubrió América”. Sánchez Osio reconoce el esfuerzo documental de Menzies, aunque lamenta que el inglés hubiera tenido que recurrir a algunas especulaciones hasta cierto punto cuestionables para tratar de probar sus aseveraciones. Hacia el final de su vida, Menzies admitió que, en efecto, es probable que la llegada de los chinos coincidiera con el declive de la Dinastía Shang hace tres mil años, hecho que publicó en su obra “Quién Descubrió América” en
Cuauhtémoc Sánchez Osio hizo un llamado a investigadores, académicos, universidades, organismos especializados y autoridades relacionadas con la cultura, a profundizar en este tema y a tomar con seriedad el hecho difícilmente refutable de que los asiáticos estuvieron presentes en América desde hace treinta siglos, como resultado de diversas migraciones. “Debemos avanzar en esto. Los mexicanos merecemos una visión más clara y verdadera sobre nuestro pasado y nuestra profunda identidad nacional”.
La Secretaría de Educación Pública, concluyó, podría analizar el tema y considerar la posibilidad de integrar esta información en sus planes de estudio, lo que ayudaría a ampliar el conocimiento en las nuevas generaciones sobre nuestros orígenes.
Para hablar de la historia de la comida en CDMX debemos hablar de la cultura alimentaria.
Colocarla en una esfera sociocultural que le ha dado su peso e importancia y que, a su vez, define cómo preparar los alimentos.
Claro, entendiendo a la cultura desde un punto de vista antropológico, “no de ‘gente culta’, sino lo que estudia la antropología: todas las costumbres, tradiciones, formas de ser, de vivir de los pueblos”, nos explicó el doctor José Iturriaga de la Fuente, vicepresidente del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana.
(De hecho, aquí nos guiamos gracias a la charla que Sopitas.com tuvo con el doctor José Iturriaga de la Fuente, los datos del Gobierno de México y el librazo de uno de los poetas y ensayistas más prolíficos de nuestro país: ‘Historia gastronómica de la Ciudad de México’, de Salvador Novo).
Y justo la atención en la manera de preparar los alimentos, su significado y propósito tuvo su base en la época prehispánica.
Luego, se desarrolló en el mestizaje, tras la conquista de la Corona española sobre Mesoamérica y durante el virreinato, hasta llegar a nuestros días, en que hoy por hoy la cocina mexicana sigue en evolución.
Foto: Crisanta Espinosa-Cuartoscuro.
Ahí tenemos el mayor ejemplo de su reconocimiento no sólo certificado por nuestros paladares, sino por el mundo entero.
“Los mexicanos en general, hoy ya no somos ni indígenas ni españoles, somos un pueblo mestizo y es el mismo fenómeno en la cocina mexicana, ya no es indígena ni mucho menos española, nunca lo fue”.
Sin olvidarse de las comunidades originarias y echando un vistazo de manera general a lo que hoy es México, el doctor Iturriaga nos explicó que lo que conocemos como cocina mexicana no es más que el resultado del mestizaje.
Y no sólo lo dice el vicepresidente del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana.
Foto: Getty Images.
Yennifer Gómez Delgado y Elisa Velázquez Rodríguez lo analizaron muy bien en el estudio ‘Salud y cultura alimentaria en México‘, donde explican que tras la conquista, se originó un mestizaje alimentario “que hizo de la comida mexicana una de las más ricas y diversas gastronomías del mundo“.
A la par, este mestizaje gastronómico no se entendería sin las migraciones, no sólo la española, sino de toda la ventana que se abrió a la fuerza con su llegada a Mesoamérica.
Foto: Getty Images.
Por ejemplo, el café que llegó de Sudán, del noreste de África, a finales del siglo XVIII y que comenzó a aclimatarse a principios del XIX en México.
El arroz que llegó de extremo oriente de China. “Lo llevó Marco Polo, en el siglo XIII de China a Europa, Italia y de ahí llega a España y nos llega a México en la conquista”.
O la cebolla y el ajo, de origen indoeuropeo. El azúcar, mencionó el doctor Iturriaga.
A su vez, esas migraciones en Mesoamérica se replicaron con el tiempo en Ciudad de México, lo que fue la gran Tenochtitlán. Y la cocina, se diversificó.
Tenochtitlan: la comida lacustre y el nopal
Cuando la tribu ya acampaba en Chapultepec, Cópil —hijo de Malinalli, hermana del dios Huitzilopochtli— intentó asesinar a su tío a manera de una venganza familiar.
Sin embargo, antes de su intento, Cópil fue asesinado y su corazón fue arrojado a una laguna. Ahí, brotó, creció y se desarrolló hasta cobrar la forma de un nopal que estaba coronado por tunas —justo por eso, el significado de Cópil es “corona”.
“Árbol de cacao del código de Tudela”. Foto: Getty Images.
Y una vez que apareció el nopal, un águila se posó sobre el corazón de Cópil, devorando a una serpiente y entonces esa fue la señal: la peregrinación azteca chichimeca —llamada así porque había salido de Aztlán— debía fundar su ciudad sobre este nopal
Desde ese momento, según el mito y la leyenda, el nopal fue considerado un alimento real, a la par de la fundación de Tenochtitlan.
(Más tarde veríamos al nopal como símbolo del escudo de armas de Ciudad de México en 1523).
Foto: INAH-Secretaría de Cultura.
Como ven, la fundación de Tenochtitlán tuvo su origen —además del mito y la leyenda de Huitzilopochtli guiando a su pueblo a una ciudad prometida— en las migraciones de la comunidad de Aztlán y, claro, de la guerra por el territorio que se desató contra los tepanecas de Azcapotzalco.
Estamos hablando de 1428. A partir de ahí, el imperio mexica se levantó hasta su caída en 1521, con la conquista española.
Además del nopal, otros alimentos valiosos en Tenoctitlan, entonces zona lacustre, eran las ranas, los patos, las galleretas, las apipizcas, el caviar del ahuauhtli, los juiles y los charales.
Y con las chinampas comenzaron a producir legumbres, frutas y verduras que los mexicas comían así crudas o cocinadas con tomates, quelites y chiles en moles exprimidos en el molcáxitl, tal como lo relata Salvador Novo.
“El árbol de cacao. Historia del Nuevo Mundo”. Foto: Getty Images.
El atole o atolli no sólo era exclusivo de Tenochtitlan, pero esa mezcla de maíz con agua junto con las tortillas, el chile, el tamalli (tamal envuelto en la hoja del maíz) —de frijoles o nopales—y el agua eran la base alimenticia de los mexicas.
No hablamos de cosas elaboradas como lo vemos hoy en día, por ejemplo, con los tamales. Sino, cosas sencillas y bastante nutritivas que sostuvieron la dieta de los mexicas y que en cuanto llegaron los españoles, la ventana alimenticia se abrió aún más.
El mestizaje
Dicen que cuando Hernán Cortés ganó la victoria definitiva por Tenochtitlan —después de sitiar la ciudad—, se organizaron banquetes que de plano combinaron los alimentos propios de Mesoamérica con los que traía el “Viejo Mundo”.
Que, va de nuevo, no sólo eran alimentos o productos españoles, sino de otras partes del mundo —hasta de China— que eran comercializadas gracias a esa especie de globalización incentivada por las guerras y el comercio.
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Y una vez establecida la Corona y su virreinato en la Nueva España, los conventos y palacios fueron los laboratorios donde surgió la primera cocina mestiza.
El centro y sus bizcocherías
Ya sea en la época prehispánica o en el virreinato, Tenochtitlan o CDMX fungió como un centro de poder, pero también un centro social y cultural.
La comida halló —como en otros estados— su camino para desarrollarse y alcanzar su esplendor.
Aunque ya en la independencia lo hizo sin el predominio español y abriendo sus ventanas a la gastronomía francesa.
Foto: Getty Images.
Sí, Salvador Novo relata que gracias a la independencia, se abrió el mercado mexa a los productos de Francia, que llegaron a nuestro país en medio de la sorpresa, el prestigio y la novedad.
Y para 1864, la ciudad contaba con 111 bizcocherías, 38 dulcerías y pastelerías en la zona centro.
Los platillos originarios de CDMX
“Si tú me dijeras qué platillos hoy son de la Ciudad de México y sólo de Ciudad de México, te diría que es difícil encontrarlos”.
El vicepresidente del Conservatorio de Cultura Gastronómica Mexicana nos indicó que hablar de platillos originarios de CDMX es una tarea bien difícil, porque, como vimos, la ciudad tomó de las migraciones los platillos de otras regiones.
Foto: Daniel Augusto-Cuartoscuro.
Como la barbacoa de Hidalgo, las carnitas de Michoacán o los mariscos de Sinaloa o Baja California.
“La ciudad de México ha crecido muchísimo por las migraciones y esto lo ves en la cocina”.
Aún así, aunque con los dedos, podemos encontrar pocos platillos 100% chilangos como las quesadillas de pancita, el caldo de migas, el caldo chintololo de Azcapotzalco o el mixmolli de Tláhuac.
“La cocina mexicana está viva”
“La historia de la ciudad y la historia de la cocina de la ciudad van de la mano. El crecimiento formidable de Ciudad de México va de la mano con estas características de una gastronomía que actualmente rebasa lo que originalmente fue la ciudad, porque llegaron de todos lados de la república”.
Y esa bonita y contundente idea se liga con lo anotado por Salvador Novo, quien en ‘La historia gastronómica de Ciudad de México’ —acá pueden leer el libro publicado por la Secretaría de Agricultura— mencionó que lo más valioso que entregó Tenochtitlan a los españoles no fue el oro, sino lo bueno, lo que permanece.
“Es lo que da alimento al hombre y lo que, como el hombre, es capaz de reproducirse y prosperar, frutecer, ser eterno, nuevo a cada primavera, a cada re-encarnación.
Esa es la verdadera, la imperecedera riqueza, la que cuando México entrega al mundo, su cesión no constituye un despojo que lo prive de su riqueza natural ni que lo empobrezca, sino una fraternal comunicación de sus bienes”.
¿Qué? ¿Nos vamos por unas quesadillas chilangas o una gordita de chicharrón para celebrar la diversidad de CDMX?
El viaje del loco es el único viaje, así que sorpréndete por todo lo nuevo y lánzate al taller de tarot literario que habrá en la CDMX.
Sí, la carta de El loco en el tarot es de las más poderosas y simboliza lo espontáneo: la libertad del alma cuando está lista para aventurarse a nuevos caminos, porque finalmente todo es un viaje. Dicho esto, quizá sea una oportunidad de adentrarte en tu bruja interior y conocer más sobre este taller de tarot gratuito.
¿De qué se trata el taller de tarot literario de CDMX?
Además de aprender los arcanos mayores y menores en una tirada de cartas, podrás descubrir cómo usarlos a tu favor, más allá del terreno de salud, dinero o amor. En este taller se busca autoconocerse a través de la escritura. Cada carta será una herramienta para contar historias y plasmarlas en una pieza literaria: desde un cuento hasta una crónica.
Súmate al taller de tarot literario en CDMX en junio / Foto: Shutterstock.
¿Dónde será el taller de tarot?
La cita para el evento es en el Faro de Oriente en CDMX (Calzada Ignacio Zaragoza, Col. Fuentes de Zaragoza, Iztapalapa)
¿Cuándo será?
Puedes caerle el próximo sábado 3, 10 y 17 de junio de 12:00 a 13:00. La entrada es libre.
Cabe destacar que las clases de tarot será impartidas por la maestra María Teresa Pérez Cruz y que este evento se imparte en Faro por temporadas, así que si antes no tuviste la oportunidad de aprender, ahora puedes hacerlo.
Descubre lo que hay detrás del tarot literario / Foto: tarotesperanzagarcia.com
Así que, ya saben bandita chilanga, si son curiosos y les gusta el universo espiritual pueden adentrarse aún más con un taller que se imparte también en otros países del mundo como Argentina; donde se reúnen dos mundos simbólicos: los arcanos y las letras para contemplar un recorrido por 22 arcanos mayores asociados a un personaje de la literatura: desde Borges hasta Virginia Woolf.
¿Están preparados para descubrir sus conexiones y lo que su propio universo tiene para decirles?
Dónde: Faro Oriente, La cita para el evento es en el Faro de Oriente en CDMX (Calzada Ignacio Zaragoza, Col. Fuentes de Zaragoza, Iztapalapa, Ciudad de México)
El próximo 4 de junio más de 12 millones de mexiquenses irán a las urnas para elegir a su próxima gobernadora en la boleta, en donde Delfina Gómez (Morena) y Alejandra del Moral (PRI) se juegan todo en las elecciones del Edomex de este 2023 para conseguir el avance de sus proyectos políticos.
Prácticamente está todo listo. En el Instituto Nacional Electoral (INE) ya tienen los cayones, la tinta para después de votar y las boletas que estarán en las casillas. De está última hay una curiosidad: la morenista aparece una vez en la hoja, mientras que la priista tiene cuatro recuadros.
Aunque podría pensarse que es un “complot”, como diría el presidente Andrés Manuel López Obrador, la verdad es que hay una razón legal para esto. Todo tiene que ver con el registro de las candidaturas.
Alejandra del Moral aparece más veces en la boleta que Delfina Gómez FOTO: cuartoscuro
¿Por qué Alejandra del Moral aparece 4 veces en la boleta y Delfina Gómez, una?
El motivo es porque Alejandra del Moral, quien abandera al Partido Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), de Acción Nacional (PAN) y Nueva Alianza, está registrada como parte de una coalición de los institutos políticos mencionados anteriormente.
En cambio, Delfina Gómez, cara de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el del Trabajo (PT), es parte de una candidatura en común.
Según el Código Electoral del Estado de México, hay diferencias en los dos mecanismos de participación política. Por ejemplo, la candidatura común permite el reparto de votos entre los partidos.
Otra distinción son los recuadros en los que aparecen las aspirantes a la gubernatura en la boleta electoral. De acuerdo con la Ley General de Partidos Políticos, cuando hay una coalición, cada partido aparece con su emblema, mientras que en la candidatura en común aparecen todos los institutos en una sola casilla.
La candidatura común permite el reparto de votos entre los partidos Foto: Cuartoscuro
¿Qué tendrán las boletas?
Para garantizar la seguridad del sufragio de los mexiquenses, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) aprobó 12 elementos que darán certeza y buscan evitar la duplicación de las boletas electorales:
Uso de fibras visibles e invisibles en la fabricación del papel, similar a las utilizadas en la producción de billetes.
Marca de agua (logotipo especial transparente en la producción del papel).
Impresión de una pantalla de seguridad en toda la hoja en PANTONE 7529 U.
Marca de agua en la impresión que abarca la totalidad del documento.
Líneas de microtexto con la palabra “IEEM” en distintas zonas de la hoja.
Imagen de seguridad en la parte posterior del papel.
Para garantizar la seguridad del sufragio, el IEEM aprobó 12 elementos que darán certeza y buscan evitar la duplicación de las boletas electorales Foto: Cuartoscuro
Firmas de las y los miembros del Consejo General en tinta invisible, la cual es agregada con una placa que se destruye al finalizar la impresión de todos los lotes.
Imagen latente en el sello del Consejo General.
Imagen circular reticular de triple validación al frente de la boleta, cuyos elementos son visibles únicamente con el uso de materiales y dispositivos técnicos, como micas decodificadoras y lámparas de luz ultravioleta.
Impresión con efecto holográfico, es decir, con movimiento prismático para triple validación de imágenes, textos ocultos y textura.
Impresión perfecta perceptible a simple vista.
Una medida de seguridad adicional, a criterio de Litho Formas S.A. de C.V., que no se dará a conocer para resguardar la autenticidad de las boletas.