Sheinbaum quiere una nueva Secretaría Anticorrupción: ¿Qué pasará con el INAI y la transparencia?

Entre las noticias del día, la posible desaparición del INAI sigue vigente y, por lo tanto, ha causado incertidumbre ante la manera en que el gobierno de Claudia Sheinbaum garantizará el derecho a la información y transparencia.

Por lo pronto, en la mañanera del 15 de octubre, la presidenta de México anunció que están por crear una nueva secretaría. Se trata de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno a partir de la Secretaría de la Función Pública.

Pero, ¿y el INAI? Sabemos que su importancia radica precisamente en que es un órgano o institución autónoma del Gobierno. Que si bien recibe recursos federales, no depende de las órdenes de ninguna secretaría y eso la hace más que indispensable para trabajar como un puente de acceso a la información para la ciudadanía.

Sheinbaum anuncia la Secretaría Anticorrupción: ¿Qué pasará con el INAI?

La novedad aquí es que Claudia Sheinbaum anunció que la SFP (Secretaría de la Función Pública) se transformará en la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno.

Según la presidenta, la idea es que esta nueva Secretaría Anticorrupción trabaje en la erradicación de la corrupción de manera preventiva y hasta vea qué onda con las sanciones.

De eso y además de la transparencia. El encargo lo tendrá Raquel Buenrostro, actual secretaria de la Función Pública.

Y, ¿entonces qué va a pasar con el INAI? Sheinbaum adelantó que en caso de que desaparezca, su gobierno se pondrá las pilas en la transparencia… mediante la Secretaría Anticorrupción a cargo de Raquel Buenrostro. ¿Les creemos?

Es un tanto difícil porque el chiste de los órganos independientes del gobierno es que justo desde su independencia —y no de los intereses gubernamentales— garanticen los derechos de la gente.

En este caso se trata del derecho a la información y protección de datos. Tal cual lo dice su nombre: Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, que se creó a partir del IFAI o Instituto Federal de Acceso a la Información Pública en 2002 gracias a los esfuerzos ciudadanos.

Aunque en 2014 el IFAI cambió de nombre, el INAI sirvió como un puente para que la ciudadanía conociera qué hacían las instituciones de gobierno, por ejemplo, con su presupuesto del dinero público o los cargos.

Sin embargo, eliminar al INAI nos lleva a preguntarnos de qué manera el mero gobierno se va a investigar a sí mismo a partir de las preguntas de la ciudadanía sin anteponer los intereses… del mismo gobierno.

La propuesta del INAI

Por lo pronto, el INAI mediante su consejero presidente (Adrián Alcalá) puso en la mesa la reducción del 30% de sus gastos para evitar su desaparición.

Esto lo supimos porque en entrevista con Azucena Uresti en Radio Fórmula, Adrián Alcalá explicó que esta reducción se trataba de un ahorro de 300 millones de pesotes.

Y que los ponía en la mesa de negociación para que Sheinbaum y su equipo mediten y, de alguna manera, eviten la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales —que arrastra el caso oscuro de un par de funcionarios que se gastaron el dinero público en un table dance, pero que no por esa historia de corrupción se tendría que nublar el ideal de una institución que tenga como tarea garantizar que las secretarías y gobiernos estales o municipales informen de manera transparente en qué andan.

¿Ustedes qué opinan de las propuestas de Claudia Sheinbaum y el propio INAI, en contexto de su posible desaparición mediante las reformas para extinguir al menos 7 órganos autónomos como el Instituto Federal de Telecomunicaciones o el mismo Instituto Nacional de Transparencia?