¡Hola, soy Carli y soy tu concejal! A lo que todo mundo me responde: “¿y qué es eso, para qué sirve?”, permítanme intentar explicarles.
Las 16 alcaldías tienen su Concejo, el Concejo es el órgano colegiado de gobierno de cada Alcaldía. De acuerdo con su población, cuentan con diez a quince concejales y, según la ley, así como los reglamentos, tienen facultades de supervisión y evaluación de las acciones del gobierno de estas, control del ejercicio del gasto público y la aprobación del Proyecto de Presupuestos de Egresos de las demarcaciones. Y tú me dirás, ¿y esto a mí por qué me importa?
Alcaldía Benito Juárez
Pues nos debería de importar por dos razones:
Nosotros votamos por estas personas.
Reciben un salario que proviene de nuestros impuestos y, por lo tanto, deberíamos exigirles que trabajen.
¿Las personas concejales son como mini legisladores? NO, definitivamente no. Aunque levantemos gestiones y hagamos recorridos, esa no es nuestra atribución principal. Claro que el vínculo con la ciudadanía es clave para evaluar las acciones de los gobiernos, pero levantar gestiones no es lo más importante del cargo.
Y pasemos a lo interesante: el jaloneo político del cargo. Los Concejos se integran por representantes de todos los partidos que hayan alcanzado cierta votación, y ahí está lo interesante: siempre hay una oposición al interior, lo que supone un constante cabildeo y acuerdos para lograr pasar votaciones sensibles como las comparecencias o el presupuesto.
Sesión Concejal de la BJ
El problema: estos acuerdos no siempre son transparentes y afectan el verdadero propósito de los Concejos. Si bien los concejales deberían ser la figura más cercana a la ciudadanía, existe una ley con lagunas jurídicas que permite hacer acuerdos lejos del papel, solo para aprobar cosas a modo de las alcaldías.
Tareas pendientes:
Garantizar por ley sus atribuciones, sin regateos.
Que sean atendidos sin importar su partido.
Romper el sesgo político que los limita.
¿Qué puedes hacer?
Conoce a los concejales de tu alcaldía.
Síguelos, escríbeles y exígeles.
Infórmate sobre sus partidos y decisiones.
Asiste a las sesiones públicas del Concejo.
Exigir a nuestras personas servidoras públicas está bien. Conocerles, cuestionarles y dudar de sus funciones también está bien. No podemos seguir construyendo una ciudad desde la apatía, la polarización y el desconocimiento.
Involucrarnos en nuestras alcaldías es vital. Sí, puede ser cansado y difícil, pero necesario. Muchas veces, hay sorpresas positivas al hacerlo.
No esperemos involucrarnos solo 60 días antes de las elecciones y luego quejarnos de los últimos 3 años. Es nuestro derecho y obligación informarnos sobre quiénes nos representan, cómo trabajan y qué hacen.