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Perdieron las encuestas

Los encuestadores patito, aparte de que no saben de estadística, no saben que se están dando un tiro en la pierna.

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Para bien o para mal tuve la oportunidad de estudiar Ciencia Política en el ITAM de los noventa. En aquellos ayeres, el mundo de las encuestas electorales en México estaba iniciando y robusteciéndose a pasos agigantados; afortunadamente los itamitas tuvimos a los mejores académicos en la materia, profesores recién desempacados de maestrías y doctorados en las mejores universidades del mundo.

Sin duda, se agradece el rigor, la exigencia y también el amor inculcado a la estadística. Gran parte de esas generaciones de politólogos se engancharon en ese mundo de numeritos, la gran mayoría apadrinados por nuestros mentores, y después volaron solos; continuaron enalteciendo la estadística electoral. Hoy son de los buenos y famosos.

Pasa el tiempo y llegó el boom de las encuestas; cada tres años y cada elección, aparecían nuevas casas encuestadoras, cada vez con menor rigor metodológico y cada vez más preocupadas por hacer trajes a la medida para el mejor postor.

Hoy, junio de 2024, el universo de casas encuestadoras es basto, hay encuestadoras patito, hay encuestadoras corruptas y cada vez hay menos entusiasmo de las casas fundadoras de poner orden en la mesa. 

Este domingo de elecciones en junio de 2024, no importa cuál de las candidatas gane la rifa del tigre, los perdedores seremos los ciudadanos, pues estamos perdiendo la confianza en una de las herramientas más eficientes para diseñar estrategias y políticas públicas para beneficio de la sociedad.

Lo que pasó es que los ciudadanos estamos hasta la madre de ver como cada político usa los resultados estadísticos para su beneficio. Los ciudadanos ya estamos hartos de contestar encuestas, estamos hartos de que nuestra opinión sea tergiversada por los partidos políticos. 

Después del 2 de junio, quedará en evidencia: tanta discrepancia y tantas conclusiones adelantadas fueron una fachada para cumplir el capricho discursivo de cada candidato ganador y perdedor. 

El gremio de los encuestadores está perdiendo muy feo, y los encuestadores patito, aparte de que no saben de estadística, no saben que se están dando un tiro en la pierna.

Voy a sonar como viejito grinch, pero en esos ayeres con las 10 casas encuestadoras fundadoras, la crítica y la competencia eran constructivas.

¡Caray, que manera tan barata de destruir las conclusiones y la reputación de un gremio científico en tan solo 20 años!

Sin duda, es urgente que se replantee el modelo y que los encuestadores serios y profesionales vuelvan hacer teamback. El juego se llama: aislar y quemar a los encuestadores patitos.

Hay que rescatar la herramienta de las encuestas de los intereses personales de todos los pinches candidatos.

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