La toma de protesta de Claudia Sheinbaum destaca la falta de liderazgo de la oposición, en especial de Lilly Téllez y los panistas, que con escasas ideas y actitudes mezquinas están lejos de ser un verdadero contrapeso en México.
Mal empieza la semana para quien ahorcan en lunes, y aunque la oposición ha manejado un discurso de miedo sobre convertirnos en la “Venezuela del Norte” o que nos iban a quitar propiedades, pensamos que su nivel iba a subir. Sin embargo, la abanderada de la derecha, Lilly del Carmen Téllez, más recordada por sus acaloradas discusiones con el “bellako” Gerardo Fernández Noroña, inició una polémica política muy chafa. Resulta que la Presidenta Claudia Sheinbaum saludó al senador Manuel Velasco con un beso en la mano mutuo, un gesto matriarcal, algo que se da en reuniones donde hay afecto. Pero el siempre derrotado Claudio X González y su fábrica de “bots” intentaron convertir este suceso en la primera “crisis” de la Presidenta. Sin embargo, en la conferencia matutina de esta nueva era se aclaró que fue solo un saludo mutuo, una cortesía afectuosa.
Lilly Téllez
Claudia Sheinbaum besa la mano de Manuel Velasco
Para quienes votaron por la oposición esperando un contrapeso político, les aviso que van a quedar muy mal. No se puede tomar en serio a Téllez, quien tiene un bajo nivel laboral, con escasas iniciativas, y quien ha condenado a minorías con posicionamientos homófobos y machistas.
Los discursos opositores inteligentes están desapareciendo, como los que daba Beatriz Paredes, quien era una maestra del lenguaje político. Si miramos atrás, recordamos a opositores de calidad como Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Clouthier o Diego Fernández de Cevallos.
Los panistas no entienden que se han ganado el desprecio de la ciudadanía. Incluso han hecho mofas estúpidas sobre los acontecimientos meteorológicos, diciéndoles a los afectados de Guerrero “disfruten lo votado”. Esta es una de las bajezas más mezquinas, porque a esa gente de derecha y de dinero se les olvida que fueron los gobiernos neoliberales quienes dieron permiso para construir edificios, hoteles y restaurantes, destruyendo manglares y arrecifes que servían de barreras naturales. Y cuidado, porque en la CDMX el cartel inmobiliario tampoco se queda atrás. Las construcciones que el panismo permite en las alcaldías que gobiernan pronto enfrentarán problemas de agua y rellenos de tierra. Los microsismos en la alcaldía Benito Juárez no son casualidad; algo está pasando en esa zona, donde edifican penthouses para el alcalde y sus secuaces. Ahora, la alcaldía Cuauhtémoc se sumará a esos actos de corrupción de la mano de Alessandra Rojo, abanderada por el PAN y los líderes de ese cartel.
Afectaciones en Guerrero por el huracán John
Alessandra Rojo de la Vega
Para quienes piensan que la oposición será un equilibrio de ideas, sepan que estamos lejos de eso. No tienen líder, no tienen simpatía, no tienen iniciativas. Tal vez es hora de que alguien aproveche estos seis años para reactivar la escuela de cuadros que antaño formaba priistas de calidad, pero mientras sigan enganchados en temas irrelevantes y se dediquen solo a poner apodos, tendremos que acostumbrarnos a los políticos influencers.