Después del triunfo de la Dra. Sheiunbaum, en el círculo rojo hemos escrito y comentado la necesidad de darle más tiempo de maduración a la reforma judicial.
La mayoría de los argumentos son para no sacar una reforma al vapor, e insistimos en la necesidad de que exista una discusión nutrida para lograr tener un diagnóstico serio y pertinente.
Algunos de nosotros teníamos la esperanza de que las mesas de diálogo no fueran una simulación, pero eso están siendo. Nos hubiera gustado que existiera un dialogo en donde todas las partes fueran receptivas, y en donde los promotores de la reforma escucharan a las distintas voces expertas, sin minimizar los puntos de vista diferentes.
En mi opinión, estoy convencido en la necesidad de reformar el orden jurídico del país, no como una imposición, sino tomando en cuenta las diversas opiniones y que sea más eficiente el funcionamiento del estado y del gobierno.
Obviamente los políticos de MORENA ya han leído y escuchado las opiniones, pero por alguna razón que no alcanzo imaginar, están convencidos de que el autor de la propuesta reinventó el hilo negro y no se dan cuenta de que su argumento y su reforma nace de la venganza y de la confrontación. Y el problema es que, de aplicarse como se presentó, agravarán los problemas cotidianos de la justicia a cambio de una elección acotada de jueces.
¿Por qué los oídos sordos?
Se me ocurren los siguientes escenarios:
- Todos los colaboradores, legisladores y demás equipo le tienen mucho respeto y cariño a lo que dice y ordena el presidente López Obrador; pero si en realidad lo respetaran y lo quisieran, pues deberían decirle, respetuosamente, que se está equivocando.
- Otro escenario podría ser que dentro de los acuerdos y pagos de cuotas políticas y partidistas se haya prometido aprobar lo que a AMLO se le ocurra.
- El último escenario va muy adhoc a los tiempos violentos que vivimos en México. Me duele decirlo y pensarlo, pero quizá exista la posibilidad de que el presidente tenga amenazados a sus colaboradores y colegas de partido, amenazas que pueden ir desde arruinar carreras políticas hasta ejercer algún tipo de violencia.
Pecaré de inocente y confiaré en que la Presidenta Sheinbaum y su equipo sabrán dominar al tigre y lograrán enderezar el barco.
Black Out
Quizá sea la cámara alta la que gané el tiempo requerido para discutir y evaluar algo acorde a las necesidades y complejidad legal del país.
Continúan los nombramientos para el gabinete y claro que no todo es perfecto, pero se ven perfiles interesantes que combinan elevados conocimientos técnicos y también experiencia política.
Hay que estar pendientes con el tema de la sobrerepresentación en el congreso.
