Cuidad de México | 07 de septiembre de 2022. | Redacción.-
Nuestro país se encuentra en la lista de los países con mayor vulnerabilidad ante el cambio climático y la exposición a diversos desastres. Año con año somos testigos de los impactos crecientes que esto implica para la economía y el desarrollo a nivel local, regional y nacional.
Urge impulsar una nueva cultura de gestión que enfatice la prevención de los desastres y no sólo su atención una vez que ocurran.
De esta manera, se podrán disminuir los impactos de eventos como: la actual sequía y lluvias extremas en el norte del país, así como inundaciones en Oaxaca y Veracruz, ya que estamos presenciando un incremento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos.
Durante la presentación de los cuatro Grupos de Trabajo ARISE Mx, el Presidente de ARISE Mx, Benjamín Laniado, resaltó “…la cooperación multi-sectorial y multidisciplinaria es vital para lograr disminuir los riesgos de forma sistémica. A través de la creación de plataformas que permitan la articulación podemos reducir vulnerabilidad, promover co-responsabilidad y construir un ecosistema resiliente a desastres.”
Por su parte, especialistas nacionales e internacionales aseguraron que los cuatro Grupos de Trabajo de ARISE Mx, son parte de una estrategia para generar sociedades más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
Los grupos de trabajo son los siguientes: “PyMEs”, fortaleciendo las capacidades de adaptación y recuperación de las pequeñas y medianas empresas. Esto ayudará a reforzar las cadenas de suministro y asegurar la continuidad de operaciones en el negocio; el de “Inversiones”, con el que se busca integrar el riesgo de desastres en las decisiones de inversión del sector financiero.
Asimismo, está el grupo de “Seguros” con el que se incentivará la integración y reducción del Riesgo de Desastres (RD) dentro de los modelos de negocios y la promoción de herramientas de transferencia de riesgos residuales; y el grupo de “Infraestructura Resiliente” con el que se participa en la Coalición Mundial para la Infraestructura Resiliente a los Desastres (CDRI), para garantizar que el desarrollo de nuevas infraestructuras, y la actualización de las ya existentes, se haga en función de los riesgos.
El objetivo de la Gestión Integral del Riesgo de Desastres (GIRD) debe ser minimizar el impacto de las amenazas locales (eventos climáticos extremos, geológicos, epidemiológicos, antropogénicos, entre otros) incluyendo sus efectos económicos, sociales y ambientales.
Esto permitirá una reducción de la vulnerabilidad de las comunidades, al tiempo que desarrollan capacidades de respuesta.
En este caso, la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Coordinación Nacional de Protección Civil y la Alianza del Sector Privado para la Construcción de Sociedades Resilientes a Desastres en México (ARISE Mx, por sus siglas en inglés) fueron los creadores de los Grupos de Trabajo ARISE Mx.
Durante la presentación, se recordó que México ocupa el noveno lugar entre los países con mayores pérdidas económicas por desastres de 1998 a 2017 y que hasta un 71 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) es vulnerable a los fenómenos naturales (AMIS, 2022).
Además, según cifras de las Naciones Unidas, entre 40 y 60 por ciento de las Pequeñas, y Medianas empresas no se recuperan después de un desastre.
Los Grupos de Trabajo de ARISE Mx son espacios plurales y multisectoriales, liderados por expertos de la iniciativa privada en cada tema, y basados en la metodología de comunidades de práctica del Banco Mundial.
Estos instrumentos diseñarán acciones concretas y medibles, compartirán buenas prácticas, impulsarán proyectos en comunidades vulnerables y fortalecerán estrategias que impacten en temas estratégicos de la Agenda 2030, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y el Acuerdo de París para el cambio climático.
Los grupos responden a las líneas de acción prioritaria de la estrategia global de ARISE que pretende fortalecer a PyMEs, impulsar inversiones informadas en riesgo de desastres, identificar los seguros como herramientas de transferencia de riesgos y rápida recuperación y desarrollar infraestructura resiliente que nos permita hacer frente a las amenazas locales.