Hace 71 años, las mujeres en México obtuvieron el derecho al voto, pero persisten brechas en la participación. Solo el 5% de consejos de administración son liderados por mujeres, y en direcciones generales la cifra cayó al 3%, según un informe del IMCO.
Hace 71 años, el 17 de octubre de 1953, las mujeres de México obtuvieron el derecho a votar y ser votadas. Un logro histórico considerando los movimientos gestados por nuestros derechos por más de 200 años y que fueron reconocidos después de 500. Este derecho ganado ha avanzado a través del tiempo, más niñas tienen la posibilidad de estudiar y prepararse, más mujeres tienen la posibilidad de trabajar y el desarrollo y libertades en el ejercicio de nuestros derechos humanos han avanzado también.
17 de octubre de 1953, institucionalización del voto femenino en México
Desde María del Socorro Blanc Ruíz fue la primera mujer presidenta municipal en nuestro país, hasta Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México, hasta Karen Flores, primera mujer en dirigir la Cámara de Empresas Mineras o María Fernanda Garza, la primera mujer en ocupar la Cámara de Comercio Internacional.
Inicios del feminismo en México.
Y aunque hay avances, las brechas de la participación de las mujeres en todos los espacios aún se vuelven evidentes cuando se habla de puestos de decisión. En una amplia arista que va desde las mujeres que hacen política en donde esos derechos han sido luchados y reconocidos y se sigue avanzando en la paridad hasta la participación de las mujeres en puestos directivos en las empresas o incluso sin profundizar, en la posibilidad de que las mujeres ocupen trabajos formales.
Si bien a nivel mundial la participación ha crecido de acuerdo con el reporte del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) sobre las mujeres en las empresas 2024, en nuestro país solo el 5% de los consejos de administración son presididos por una mujery cayó la participación de las mujeres como líderes dedirecciones generales a 3% con respecto al año pasado (4%).
“Y aunque hay avances, las brechas de la participación de las mujeres en todos los espacios aún se vuelven evidentes cuando se habla de puestos de decisión”
Además, 21% de las empresas no cuentan con la presencia de mujeres en los consejos de administración de direcciones relevantes, solo el 11% ocupan las direcciones financieras y 23% en direcciones jurídicas, mientras que la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral se encuentra en la plantilla laboral, con un 43%.
Aún existe una resistencia a entender la importancia de la inclusión de la participación de las mujeres en el ámbito empresarial, un ámbito habitualmente liderado por hombres. En este sentido, la pelea no está en las capacidades, cualidades o habilidades de unas y otros; esta se encuentra en la falta de acceso a ocupar esos cargos, en donde es importante reducir los sesgos de género e invertir en políticas de inclusión (DEI) e insistir en la importancia de un Sistema Nacional de Cuidados que incluya en su desarrollo a las empresas.
Tuvimos este fin de semana un ejemplo claro que pone en desventaja la participación de las mujeres en espacios con la tómbola de magistraturas y juzgados, en donde sólo el 30% de mujeres forman parte del poder judicial y con la reforma ese número podría bajar aún más, ¿no es necesario comprender que no podemos seguir teniendo reglas excluyentes sin importar los espacios?