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Los sueños de Eufrosina y el despertar de una generación de mujeres líderes en México

Cada vez más mujeres están asumiendo roles de liderazgo y contribuyendo de manera activa en diversos sectores, lo que refleja un cambio positivo en la sociedad.

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Eufrosina Cruz, una mujer indígena zapoteca de la sierra de Oaxaca, rompió barreras en una sociedad que durante mucho tiempo negó a las mujeres la posibilidad de soñar y liderar. En su libro Los Sueños de la Niña de la Montaña, Eufrosina comparte su historia y nos recuerda que “el lugar donde naces no debe determinar hasta dónde puedes llegar”.

Esta idea es el eje central de su vida y su mensaje: el origen no define nuestro destino, sino nuestra voluntad de cambiarlo. Su historia de lucha muestra que la curiosidad, el esfuerzo y la determinación permiten aprovechar las oportunidades y construir un camino propio.

El empoderamiento de las mujeres en México está alcanzando nuevos niveles. Según el INEGI, en los últimos años la participación de las mujeres en la fuerza laboral ha crecido de manera constante, alcanzando el 45.9% en 2022. Además, cada vez más mujeres acceden a puestos de liderazgo: hoy, el 40% de las pequeñas y medianas empresas en México son dirigidas por mujeres. Sin embargo, estos avances no se limitan al ámbito laboral.

Esta semana conocimos la inspiradora historia de Ángela Olazarán, una joven mexicana de 17 años originaria de Papantla, Veracruz, que recibió el pasado 23 de septiembre el Global Student Prize 2023 en la asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York. Seleccionada entre más de 3 mil nominaciones de 122 países, Ángela fue reconocida por desarrollar tecnologías que mejoran la educación y la salud en comunidades vulnerables.

Angela Olazaran

Ángela nos demuestra que es posible soñar en grande y construir tu destino. Su logro es también una afirmación de que, con las herramientas adecuadas, las nuevas generaciones de mujeres mexicanas pueden llegar lejos, más allá de las adversidades.

Hoy más que nunca en México, vemos a mujeres alcanzando nuevas alturas, como Claudia Sheinbaum, quien en pocos días tomará posesión como la primera mujer presidenta del país. Este hecho, más allá de las afiliaciones políticas, representa un avance significativo en términos de representación. Para niñas como Ángela y para tantas otras mexicanas, ver a una mujer al frente del país confirma que es posible aspirar a los cargos más altos.

Sin embargo, este logro histórico no garantiza un gobierno con perspectiva de género. La nueva presidenta será evaluada, como cualquier otro mandatario, en este aspecto. Como bien menciona Eufrosina: “La política no es una meta, es un medio para lograr que las niñas tengan el derecho de soñar en grande”. Su visión de la política como una herramienta de cambio social, especialmente en favor de las mujeres y comunidades marginadas, nos recuerda que el poder debe generar oportunidades para quienes vienen detrás.

Mujeres mexicanas trabajando

A pesar de los desafíos que quedan por enfrentar, hoy somos testigos de una profunda transformación en el liderazgo femenino en México. Ya sea desde la sierra de Oaxaca, como Eufrosina, o desde Papantla, Veracruz, como Ángela, estas mujeres nos enseñan que no importa de dónde vengas, tú también puedes construir tu historia y transformar la de tu país.

Niñas indigenas mexicanas

 “Porque las mujeres no nacemos para cumplir las expectativas de otros, nacemos para construir nuestros propios sueños y cambiar el mundo.”– Eufrosina Cruz.

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