Instagram, redes sociales, películas y series nos enseñan un ideal; nos imponen normalidades estandarizadas. Todas y todos hemos caído en la tentación, en entender lo “normal” o lo bello dentro de algunos parámetros y hemos sido victimarios de los sectores excluidos; los hemos violentado, ignorado y omitido.
Uno de esos sectores, uno particularmente vulnerable, es el de las personas con discapacidad.
Como sociedad, debemos dar ese paso adelante; entender que todas y todos hacemos una mejor comunidad, internalizar que el aporte de cada persona es fundamental. Esta evolución nos debería hacer una mejor sociedad; más tolerante, compasiva, menos frívola y finalmente menos violenta.
Uno de los principales problemas con los que nos encontramos a la hora de cuestionarnos como sociedad nuestro papel frente a este grupo vulnerable y disponernos a cambiar nuestras viejas costumbres, es que no sabemos “cómo”. Si bien cada vez hay más información acerca de inclusión y las sociedades vamos abriéndonos más a ver a todo tipo de personas como nuestros pares, hay poca información para aprender a respetarlos e incluirlos correctamente.
Es el primer paso para tratarlos con respeto y dignidad; por esto, te comparto una tabla de lenguaje incluyente que tuve la oportunidad de conocer y con la que re-aprendí.
Lenguaje incluyente para personas con discapacidad
(Luis Barrera, abril 2021)
Ahora bien, otro asunto –además de cómo referirnos a ellos correctamente– es nuestra manera de acercarnos y enfrentarnos a las distintas maneras que tiene una persona con discapacidad de relacionarse con su ambiente. Podemos sentirnos algunas veces confundidos y abrumados al respecto, pero gracias a la información y a la disposición de una sociedad que se encuentra en vías de evolución, podemos aprender y reeducarnos frente a ellos.
Aquí algunos ejemplos tomados de los escritos del capacitador Luis Barrera con respecto al trato y comunicación adecuada hacia las personas con discapacidad:
(Luis Barrera, abril 2021)
Gracias a esta información, podemos visualizar y acercarnos de manera digna y respetuosa a una parte de nuestra sociedad. De esta forma seremos mejores, más plurales, compasivos; más abiertos y más conscientes de que en realidad todas y todos tenemos capacidades diferentes.
Es fundamental que todas y todos estemos en la disposición de aprender, cuestionar nuestras viejas formas y re-aprender, con la finalidad de crear en conjunto un mundo más equitativo e incluyente; uno que nos permita valorar de manera plena a todas y todos los que formamos parte de nuestra sociedad.