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Familias unidas, ciudades fuertes

El bienestar de las familias debe ser política pública. Sin ellas, no hay comunidad fuerte ni desarrollo humano posible.

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Hace algunas semanas tuve el enorme privilegio de ser convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a una sesión de trabajo y diálogo con especialistas de distintas partes del mundo enfocados en políticas públicas orientadas al bienestar de las familias.

Fue una experiencia inolvidable por muchas razones. Primero, porque reconocimos que las familias deben ser sujetos de política pública. Segundo, por la importancia del intercambio de aprendizajes que nos permite maximizar la eficacia del servicio público. Y, finalmente, por la riqueza de formar alianzas, tender puentes y trabajar en equipo en un tema que nos toca a todos.

Sesión de trabajo y diálogo con especialistas de distintas partes del mundo enfocados en políticas públicas orientadas al bienestar de las familias.

Durante este encuentro de tres días, coincidimos en tres puntos clave para impulsar el desarrollo humano de niñas, niños y sus familias en México y en el mundo:

1. Espacios públicos de calidad

Es fundamental crear y mantener espacios públicos limpios, seguros y estimulantes (como parques y jardines) donde los niños puedan desarrollar actividades físicas, explorar, descubrir y socializar. Estos entornos promueven un crecimiento integral.

2. Salud mental desde la infancia

La salud mental es tan crucial como la salud física. Necesita atención especializada y adaptada a la edad. Solo en entornos de convivencia sanos pueden prosperar niñas, niños y sus familias. Promover la salud mental mejora el rendimiento académico, fomenta la autoestima y fortalece las habilidades sociales.

3. Equilibrio entre trabajo y vida familiar

Es vital fomentar un balance entre el trabajo y la familia tanto para mujeres como para hombres. Compartir las responsabilidades productivas también implica compartir las tareas de cuidado y valorar el tiempo de calidad. Por eso firmé, junto a representantes de Grupo Salinas y COPARMEX Nacional, un compromiso para trabajar como embajadores entre el Legislativo y el sector privado en favor de ese equilibrio.

Una vida laboral equilibrada reduce el estrés, fortalece las relaciones familiares y aumenta la productividad.

Cuidar de las familias es apostar por el bienestar comunitario. Así construimos ciudadanos más sanos, prósperos y satisfechos. No hay otra forma de crear mejores familias, comunidades y un mundo mejor. Nos toca a todos asumir esa responsabilidad.

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