Alentar a la población a participar en el Día del Amor y la Amistad no es solo un acto romántico, sino un acto de responsabilidad cívica. Al apoyar a los comercios locales, contribuimos al crecimiento de nuestras comunidades.
En el vasto universo de la economía, hay momentos clave que no solo se miden en términos monetarios, sino también en el latir de los corazones y la calidez de las relaciones humanas. El 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, no solo es un catalizador de emociones, sino también un motor crucial para la economía, afectando tanto a la formal como a la informal.
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En la economía formal, el sector minorista es el primero en sentir la dulce embestida de este día especial. Flores, chocolates, tarjetas y regalos personalizados se convierten en los héroes de la jornada, impulsando las ventas y generando empleo temporal en la elaboración y entrega de estos productos. Los grandes almacenes, floristerías y chocolaterías florecen con la demanda, y el flujo de dinero se intensifica.
Por otro lado, la economía informal también encuentra su propia versión de cupido en esta fecha. Pequeños negocios locales, vendedores ambulantes y artesanos se benefician al ofrecer opciones más accesibles y personalizadas. Desde rosas en la esquina de la calle hasta regalos artesanales, estos emprendedores contribuyen a la derrama económica de manera significativa.
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La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) estimó que los comerciantes del pais en 2023 reportaron ventas por mas de 25.000 millones de pesos (1.344,8 millones de dólares), un 13 % más que la misma fecha de 2022.
En términos de productos más vendidos, no es sorpresa que las flores encabecen la lista. Los ramos de rosas rojas son la insignia del amor, y su demanda se dispara. Los chocolates, con su mezcla irresistible de dulzura y romanticismo, siguen de cerca. Tarjetas con mensajes conmovedores y regalos personalizados como joyería y perfumes también ocupan un lugar destacado.
En Atlixco, sembradores cultivado más de 200 mil macetas de tulipanes para el Día del Amor y la Amistad. (EFE)
Es vital comprender que más allá de las cifras y transacciones comerciales, el Día del Amor y la Amistad es un recordatorio de la importancia de las conexiones humanas en nuestra sociedad. La compra de un regalo no solo impulsa la economía, sino que también simboliza la expresión de afecto y aprecio, fortaleciendo los lazos sociales y emocionales.
Alentar a la población a participar en el Día del Amor y la Amistad no es solo un acto romántico, sino un acto de responsabilidad cívica. Al apoyar a los comercios locales, contribuimos al crecimiento de nuestras comunidades. Más allá de las cifras en un informe económico, este día nos recuerda que el tejido social se fortalece con pequeños gestos de amor y amistad.
Así que, en este 14 de febrero, invito a todos a regalar no solo productos, sino momentos y gestos que alimenten las relaciones humanas. El amor, expresado de manera auténtica, tiene el poder de impulsar nuestra economía y, al mismo tiempo, enriquecer nuestras vidas de maneras invaluables.