¿El desarrollo económico del futuro podría estar en los residuos?
SIMEPRODE en Nuevo León ejemplifica un modelo exitoso de manejo de residuos, pero es urgente fortalecer marcos normativos y adaptar modelos a nivel nacional para maximizar el potencial económico y enfrentar los retos medioambientales.
Dentro de los objetivos de la Agenda 2030, uno de los retos para nuestro futuro es producir riqueza sin perjudicar el ambiente, el cual debe ser sustentable y sostenible. En este contexto, la economía circular juega un papel crucial, abarcando prácticas como reducir, compartir, reciclar y reutilizar los recursos que usamos a diario.
Economía Circular
En México, se producen 0.079 kg de basura per cápita, según datos del INEGI de 2022. Esto indica que el manejo de residuos sólidos y urbanos está en constante incremento, proporcional al crecimiento de la población. En promedio, cada día se recolectan más de 106,000 toneladas de residuos sólidos en los municipios y demarcaciones territoriales que reciben el servicio.
A nivel constitucional, el artículo 115°, Fracción III, Inciso c, establece que los municipios son responsables de la limpieza, recolección, traslado y disposición final de los residuos. La reforma de 1999, que buscó otorgar mayor autonomía a los municipios, plantea la pregunta: ¿están los municipios capacitados para alinear su servicio público con un procesamiento adecuado de los residuos y generar desarrollo a partir de esto? A mi juicio, no lo están.
Cada día se recolectan más de 106,000 toneladas de residuos sólidos en los municipios.
Las razones radican en dos problemas medioambientales: la disposición inadecuada de residuos en el Estado y la emisión de gases de efecto invernadero debido a la descomposición de los residuos. La solución está en la transferencia de residuos sólidos urbanos y en la recuperación de residuos inorgánicos reciclables. Es fundamental considerar la actividad gerencial del Estado en estas tareas, armonizando con su compromiso hacia las futuras generaciones. El reciclaje de residuos puede generar diversos productos valorizables, como neumáticos de desecho, residuos de construcción, mantenimiento y demolición, y producción y venta de energía eléctrica limpia a partir del biogás.
Un ejemplo destacado es el Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos (SIMEPRODE), una entidad pública descentralizada del gobierno de Nuevo León. SIMEPRODE es responsable del manejo integral de residuos a nivel estatal y es único en México por su capacidad de ofrecer servicios de aprovechamiento de diversos tipos de residuos, así como la producción y venta de energía eléctrica limpia a partir del biogás generado.
Reciclaje y tratamiento de residuos sólidos.
Frente a este panorama, uno de los grandes retos para las administraciones públicas será contar con entidades paraestatales u organismos especializados en el manejo de residuos que puedan integrarse en las cadenas de valor, con el objetivo de reemplazar la lógica extractiva y permitir el reuso de residuos. El diseño institucional ejemplar está en SIMEPRODE, pero es necesario que las entidades federativas comprendan estos modelos innovadores que fortalecen la economía, permiten la centralización y regulación técnica de los residuos. En México, el fortalecimiento de los marcos normativos y su regulación por parte de los Congresos Locales es urgente para enfrentar los retos medioambientales y, por qué no, para encontrar mercados especializados en valorizables que generen riqueza para el Estado.
Planta de recuperación y tratamiento de residuos sólidos.