Hace unas semanas, el jefe de gobierno de la Ciudad de México hizo un llamado a la población en general con respecto a la racionalización del agua potable y la inminente escasez a la que nos enfrentamos.
De acuerdo con los registros del Sistema Meteorológico Nacional (SMN), al menos 14 de las 16 demarcaciones viven una “sequía severa”. Esto se suma a que actualmente el Sistema Cutzamala se encuentra en un 39.67 por ciento del 100% de su capacidad de llenado, debido a que hubo una disminución del 33.6% en la captación. En medio de esta escasez, la Conagua decidió recortar el caudal del Cutzamala a 800 litros por segundo. El Gobierno de Ciudad de México anunció el abastecimiento de agua por tandeo en 10 alcaldías para el primer bimestre del año y lanzó la plataforma “Agua en tu colonia” para que los habitantes consulten cuándo y a qué hora se habilita el suministro.
Son múltiples las causas que provocan sequías y escasez; entre el cambio climático, el crecimiento poblacional y con ello la demanda de servicios, la sobreexplotación del agua y la deforestación. El cambio climático que altera los patrones de precipitación es la causa antinatural, pero la causa real es la humana y por el momento se estima que 3.8 millones de personas en la ciudad viven sin agua.
La ciudad que en su momento fue rodeada de cinco lagos, tiene un rezago histórico en captación de recursos hídricos, sumado al mal manejo de aguas residuales, mantenimiento del sistema de agua potable y la sobre explotación nos tienen en este punto.
Si bien se emitieron una serie de acciones a efectuar por parte de la ciudadanía, lo cierto es que estas medidas quedan cortas frente a las acciones que tiene que tomar el gobierno, una deuda que no es reciente y una consecuencia que se ha arrastrado por diversos gobiernos. La seriedad del tema implica también que las medidas no se vean como medidas electoreras, ya que es un tema transversal que atañe a todas las personas de la ciudad.
Las elecciones en la ciudad para este 2024, tienen un entramado de complejidades, pero en términos de esta crisis, tenemos que ser más serios en las acciones que debemos tomar para el cuidado del agua a corto, mediano y largo plazo. Atender desde diferentes aristas que involucran como dicen los expertos una mejor gestión del suministro y no necesariamente se refiere a lo que siempre se ha dicho con respecto al mantenimiento a la infraestructura del sistema de agua potable o administración de la demanda, sino a una verdadera gestión de recursos y esta responsabilidad no debería recaer solo en la ciudadanía.