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#Opinión

Desafiar el silencio

El 25N y los 16 días de activismo son un llamado a la acción global y un recordatorio de que la violencia contra la mujer está presente todos los días.

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Durante los 16 días de activismo en contra de la violencia hacia la mujer, el 25N no es solo una fecha en el calendario en donde nos vestimos de naranja para hacer purple washing y pasamos la página y esperamos al siguiente año para repetir, es más bien, un llamado a la acción global y un recordatorio de que la violencia contra la mujer está presente todos los días y no es solo física, sino que atraviesa todas las formas y que puede ser también psicológica y que es estructural. La invisibilidad de muchos casos subraya la necesidad de elevar la conciencia pública y abogar por cambios sistémicos que aborden las raíces profundas de esta violencia arraigada.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de noviembre de 2022 a octubre de 2023, a nivel nacional se iniciaron 848 carpetas de investigación por feminicidio, es decir, una carpeta por cada 100 mil mujeres, 96 de las cuales están siendo revisadas en la Ciudad de México.

Además, de acuerdo con datos del INEGI, en 2021, 41.8 % de las mujeres de 15 años y más manifestó haber vivido alguna situación de violencia en su infancia (antes de cumplir 15 años). En 2022, según datos de esta misma fuente y de acuerdo con datos de las Fiscalías Generales de Justicia estatales, el delito de violación registró su máximo en el grupo de 10 a 14 años y ocurrió 4.7 veces más en niñas que en niños de esta edad, con 4 197 y 884 casos, respectivamente, y 33.6 % de niñas y adolescentes de 12 a 17 años que usaron internet o celular, entre julio 2021 y agosto 2022, recibió fotos o videos de contenido sexual y a 32.3 % le hicieron insinuaciones o propuestas de ese tipo, frente a 18.2 y 12.0 % de niños y adolescentes hombres.

Si ponemos esta información en contexto, es importante resaltar que las mujeres, niñas y adolescentes se han convertido en una cifra común, sumado a la intervención de las fiscalías, la necesidad de capacitar con perspectiva de género en atención primaria a víctimas y una serie de acciones transversales necesarias para erradicar la violencia contra la mujer implica un compromiso colectivo. Desde la educación que desafía estereotipos de género hasta el fortalecimiento de leyes que protegen a las víctimas y la correcta aplicación de estas. Sin embargo, también debemos abordar la cultura que perpetúa estos comportamientos, fomentar el respeto y la igualdad en todos los niveles de la sociedad y comienza en nuestros entornos.

Descifrar los machismos cotidianos: grietas en la igualdad.

En el tejido de la vida diaria, los machismos se infiltran de manera sutil pero impactante y perpetúan desigualdades de género. Empezamos por un lenguaje que construye barreras y que desde expresiones aparentemente inofensivas hasta comentarios despectivos, perpetúa estereotipos de género. Descripciones que limitan a las mujeres a roles específicos o que refuerzan la masculinidad tóxica.

Además, en muchos hogares, persiste la asignación desigual de tareas domésticas basada en el género. Este machismo cotidiano refleja y refuerza roles tradicionales, mantiene la idea de que ciertas responsabilidades son inherentemente femeninas o masculinas, y limita las opciones y oportunidades para ambos géneros.

Por otro lado, la presión para que los hombres repriman sus emociones es un machismo arraigado que afecta la salud mental y contribuye a relaciones menos saludables. Romper con esta expectativa cultural es esencial para construir conexiones más genuinas y eliminar este estigma asociado y construya nuevas masculinidades.

Por si fuera poco, los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la formación de percepciones culturales. La representación sesgada de género refuerza estereotipos y normas nocivas. La exposición constante a estas imágenes contribuye a la interiorización de roles de género limitados y a menudo perjudiciales.

Desafiar los machismos cotidianos, reconocer y abordarlos no es solo responsabilidad de unos pocos, sino un compromiso colectivo. Desde el fomento de la educación de género hasta la promoción de entornos laborales equitativos, promover un sistema de cuidados, acceso a oportunidades que no vulneren los derechos, y cada acción cuenta en la construcción de una sociedad donde todas las personas disfruten de derechos y oportunidades iguales.

En última instancia, desentrañar los machismos cotidianos es esencial para crear un futuro donde la igualdad de género no sea solo una aspiración, sino una realidad arraigada en nuestras interacciones diarias y en la estructura misma de nuestra sociedad y tenemos la responsabilidad de construirlo para nuestras futuras generaciones.

El 25N y los 16 días de activismo es más que una conmemoración; es un recordatorio de la tarea pendiente en la lucha contra la violencia de género. Al desafiar los machismos cotidianos y abogar por un cambio cultural, podemos construir un mundo donde todas las mujeres vivamos libres de miedo y libres de violencia.

 

 

Elvira Janett Lucio Duana es feminista en deconstrucción, mamá, intraemprendedora, miembra de Aúna, consultora en innovación social y en proyectos de emprendimiento, y editora de La Biblioteca Estelar. Estudió Relaciones Internacionales y tiene una maestría en Administración Pública. Fue miembra de la Asociación Mexicana de Medios de Comunicación, asesora del COMCE Estado de México, asesora de asuntos multilaterales en la Coordinación de Asesores de la SECTUR Federal y colaboró con Jorge Castañeda Gutman.

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Todos Somos Olímpicos

Una campaña que va más allá del marketing, y comprueba la fuerza de la alianza entre los sectores público y privado rumbo a París 2024.

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Estamos a solo unos días de arrancar los Juegos Olímpicos de París 2024, y en este camino rumbo a la fiesta olímpica, una campaña ha captado la atención y el entusiasmo de los mexicanos: “Todos somos olímpicos”. Esta iniciativa, liderada por el Comité Olímpico Mexicano, no solo ha logrado recaudar fondos y atraer patrocinios de múltiples marcas y empresas, sino que también ha unido a un país en torno a un objetivo común: apoyar a nuestros atletas olímpicos.

La campaña ha sido un despliegue de creatividad con gran alcance. Con un lema que resuena con el espíritu de unidad y esfuerzo compartido, “Todos somos olímpicos” ha llegado a millones de personas a través de eventos deportivos, podcasts, redes sociales y distintos medios de comunicación masivos. Esta estrategia es excepcional porque, al mismo tiempo, es un fideicomiso para recaudar fondos y un poderoso llamado a la solidaridad y al orgullo de un país que decide involucrarse activamente en el apoyo a los deportistas.

Es aquí donde la participación del sector privado se torna crucial. Las empresas que han decidido sumarse como patrocinadores, más allá de buscar publicidad, están demostrando que la iniciativa privada está lista para tomar acción e impulsar a nuestro país a seguir llegando cada vez más lejos. Esta campaña es una prueba contundente de que, cuando el sector privado se involucra y trabaja de la mano con el gobierno y la sociedad civil, se pueden alcanzar metas ambiciosas y transformadoras.

Las empresas tienen una lógica de negocio que incluye planes a largo plazo y una proyección que va más allá de lo inmediato, con rendición de cuentas y entrega de resultados. Al invertir en el deporte y apostar por nuestros atletas, las empresas están contribuyendo al progreso social y económico del país, al tiempo que fortalecen su propia responsabilidad social corporativa. Este enfoque a largo plazo es esencial para construir una base sólida que beneficie tanto a los deportistas como a la sociedad en general.

Con miras hacia el futuro, es esencial que este tipo de alianzas continúen y se fortalezcan. La responsabilidad de apoyar el talento mexicano es de todos. En estos últimos días previos a la justa olímpica, mientras nuestros atletas se preparan para competir, sabemos que llevan consigo el apoyo de todos los sectores e industrias y el ánimo de todo un país.

Así es que todos somos olímpicos porque los mexicanos sabemos trabajar duro, levantarnos todos los días para luchar por nuestros sueños y salir adelante. Sabemos de disciplina, coraje, entrega y pasión; y, al igual que estos grandes atletas, nosotros también somos olímpicos.

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De Victima a Victimario: Donald Trump tiene el dedo en el gatillo.

Trump capitaliza el atentado y aumenta su ventaja, mientras Biden respalda a Kamala Harris, que enfrenta ataques directos del republicano.

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Hasta hace un poco más de una semana, el candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, sufrió un atentado en un mitin en Pensilvania. Este incidente, lejos de ser solo un susto durante la contienda, resultó provechoso para el republicano. Trump no dejó de ser el centro de atención para la prensa internacional. Conocido por ser un personaje fuerte, soberbio y hermético, no pudo evitar mostrarse vulnerable ante los ojos del mundo.

Donald Trump en el mitin de Pensilvania

Donald Trump en el mitin de Pensilvania

Trump declaró, condenó y hasta alabó a Dios en sus discursos, pidiendo que terminaran “todos” los ataques en su contra, aludiendo también a los de causas legales. Dejó claro que intentaba obtener la mayor ventaja de lo ocurrido para su campaña, tal vez no mediante la empatía, pero sí por la aplastante comparación con Joe Biden, quien atravesaba una fuerte crisis debido a una percepción de inestabilidad y desconfianza.

Los republicanos una vez más mostraban ventaja. Muchos de ellos adoptaron el vendaje de Trump como símbolo durante un mitin, y su médico Ronny Jackson no solo destacó la calidad de los genes de Trump, sino que también lo señaló como receptor de un milagro.

Muchos de ellos adoptaron el vendaje de Trump como símbolo durante un mitin

Muchos de ellos adoptaron el vendaje de Trump como símbolo durante un mitin

Con mayor seguridad y vanagloria, Donald Trump volvió a la carga. Este sábado, mientras se presentaba en un mitin junto a su compañero de fórmula J.D. Vance, criticó el desempeño de Joe Biden como presidente. Entre risas y fanfarroneo, Trump habló de la facilidad con la que negoció con el excanciller mexicano Marcelo Ebrard para obtener soldados que custodiaran el muro fronterizo durante su construcción. Además, comparó a Nancy Pelosi con un perro, en un acto más de su actitud provocadora.

La elección está a casi 4 meses y el voto latino se encuentra dividido. Los últimos sondeos revelaron que se ha desvanecido la ventaja del partido demócrata entre los hispanohablantes.

Ante esta situación, los republicanos buscan frenar el paso de Trump. Este domingo, Joe Biden anunció su retiro de la contienda, dando su respaldo a Kamala Harris, la vicepresidenta. Aunque aún no se ha designado al candidato o candidata del partido demócrata, Trump no perdió la oportunidad de atacar a Harris, catalogándola como una rival más débil que Biden.

Joe Biden y Kamala Harris

Joe Biden y Kamala Harris

Era de esperarse que el republicano estuviera preparado para esta noticia y para atacar a la vicepresidenta. Trump ya había comenzado a descalificarla públicamente, llamándola loca y utilizando cualquier otra descalificación.

No tardó en lanzar un segundo ataque contra Kamala, presentando un anuncio que la acusa de “encubrir” el “declive mental” de Joe Biden. El video, basado en imágenes de Biden tropezando, lo muestra como un personaje incapaz de gobernar, sugiriendo que Harris hizo el trabajo por él y adjudicándole los fallos de su gobierno: la invasión migrante, el aumento de la inflación y lo que llama “la muerte del sueño americano”.

La campaña del republicano está anticipando un posible enfrentamiento con Kamala Harris por la presidencia. El video financiado por grupos de apoyo a Trump se está compartiendo en redes sociales y se espera su emisión por televisión en algunos estados clave de Estados Unidos.

Los republicanos están colocando la primera pieza en esta partida. Sea Kamala o cualquier otro demócrata, ellos ya llevan ventaja, y Donald Trump no suelta el dedo del gatillo.

Donald Trump

Donald Trump

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El mapa no es el territorio

Kamala Harris tiene la oportunidad de atraer a votantes jóvenes y diversificar su campaña tras la declinación de Biden, quien ha decidido apoyarla.

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Hasta hace una semana, la contienda presidencial en Estados Unidos era una competencia entre dos hombres blancos: Biden y Trump. En contraste con la creciente representación política de las mujeres en el mundo, Estados Unidos solo ha tenido una candidata mujer, Hillary Clinton.

En 2016, Hillary se enfrentó a la amenaza de la visión misógina y sin experiencia de Donald Trump, a quien se pensó que nunca llegaría a la Casa Blanca. Las encuestas de medios más liberales, como el New York Times, daban por ganadora a Clinton y subestimaron un enorme voto oculto por Trump.

Clinton vs Trump

Clinton vs Trump

El mapa no es el territorio, y mientras las encuestas marcaban una tendencia, en el terreno se fortalecía un movimiento alimentado por el conservadurismo, patriotismo y la ira de los trabajadores blancos estadounidenses que alegaban que “los migrantes les habían robado los trabajos”. El país estaba dividido en dos.

En la visión de los votantes de Trump, Estados Unidos había perdido la “grandeza” de sus años de potencia hegemónica y había cedido demasiado ante la comunidad internacional. Además, la visión inclusiva de los liberales “amenazaba” el funcionamiento del país, lo que impulsó medidas regresivas en cuestión de derechos. La más relevante fue la anulación del caso Roe vs Wade, que permitía el aborto legal en todo el país, por parte de una Suprema Corte de Justicia mayoritariamente conservadora y designada por Trump. Esta amenaza ante la pérdida de derechos fue un motor para que en las elecciones intermedias los demócratas ganaran la mayoría y Biden llegara a la Casa Blanca con la primera vicepresidenta mujer y de color, Kamala Harris.

Kamala Harris

Kamala Harris

Este domingo, tras presiones de votantes y miembros de su partido, Biden decidió declinar su candidatura y apoyar a su vicepresidenta Kamala Harris. Si bien los hechos que precedieron a esta renuncia, como el atentado a Donald Trump y su nominación en fórmula con JD Vance, fortalecieron su imagen, hay encuestas que lo ponen un par de puntos porcentuales debajo de Harris. Sin duda, una elección competitiva.

La vicepresidenta tiene la oportunidad de hacer una campaña aprovechando dos puntos centrales: juventud y experiencia. Harris tiene 59 años, casi 20 menos que Trump, quien ya dejó de ser el “joven” de la contienda, y aún tiene la oportunidad de elegir una compañera de fórmula que le ayude a llegar a los votantes entre 18 y 44 años (35.7% de la población estadounidense según el censo de 2020).

Aunque lo más probable sea que Harris elija a un hombre blanco para contender, imaginemos que diera un giro a la izquierda y eligiera a la congresista de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, para atraer a todo lo contrario de Vance y Trump. Imaginemos también que, en Norteamérica, en 2025, dialoguen las dos primeras presidentas de México y Estados Unidos. No es tan poco factible como parecía hace apenas dos semanas.

Alexandria Ocasio-Cortez

Alexandria Ocasio-Cortez

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