#Deportes

David Macià, el entrenador detrás de los éxitos de la escalada deportiva española

Publicado

en

El español Alberto Ginés se convirtió en el primer escalador en la historia en proclamarse en campeón olímpico en Tokio 2020, en 2021.

Además de su esfuerzo personal, llegar a la cima del deporte no es una cosa que hizo solo. En el camino le han acompañado diversas personas, desde su familia, quien le inculcó el amor por la pared; o incluso sus rivales, como Adam Ondra, con quien ha mantiene buena relación y ha entrenado en muchas ocasiones. Pero de entre estos nombres propios también reluce otro con fuerza: David Macià, su entrenador.

En sus entrenamientos, Macià va más allá de lo puramente deportivo, e intenta inculcar valores y ayudar mentalmente a sus escaladores, basándose en dos lemas clave:

  • “Nunca es triste la verdad / Lo que no tiene es remedio” (de la canción Sinceramente tuyo de Juan Manuel Serrat). “Al final, si has hecho algo mal, no hay más”, explica Macià.
  • “Victorias menos eufóricas, derrotas menos dolorosas”. “El rival no tiene que sentirse humillado cuando pierde y tú tampoco cuando lo haces. A mí me gusta el equilibrio, no los excesos ni en la victoria ni en la derrota”, dice.

Durante el Mundial de Escalada Deportiva 2023, el técnico español ha recordado para Olympics.com la medalla de oro de su pupilo en Tokio 2020, que define como su mejor momento en su carrera como técnico, y ha comentado qué espera de la escalada española, su relación con los Juegos Olímpicos y cómo se preparan los mejores escaladores del mundo basándose en estos dos lemas.

Olympics.com: El papel de entrenador en ocasiones va más allá que el mero entrenamiento, ¿lo ves así?

David Macià: Tenemos diferentes esquemas: abierto, con escaladores que tienen sus entrenadores y que entrenan en otros lugares; y otro con 8 deportistas, que en septiembre seremos nueve, que entrenamos en el CAR [Centro de Alto Rendimiento]. Con ellos sí que somos una familia. Nos hacemos de psicólogos los unos a los otros, además del trabajo técnico, las horas, la preparación física…

Estás detrás del éxito de la escalada española y del primer campeón olímpico en este deporte. ¿Cómo vives estar a la sombra?

No me planteo si estoy en la sombra o en la luz. No es mi objetivo. Mi objetivo es trabajar y me baso en el día a día. Ese es mi terreno de juego.

¿Cómo es el día a día como entrenador?

En época de preparación llego al CAR a las 7:30 de la mañana y salgo a las ocho y media de la tarde. Tenemos un grupo de velocistas, el grupo de combinada… y su preparaciones físicas son prácticamente siete días a la semana. Pocas veces puedo librar porque somos un staff reducido. Es bastante estrés.

¿Y merece la pena?

Hasta ahora sí que merece la pena y además para mí es un reto personal. Es mi vida y mi objetivo a nivel profesional.

¿Por qué decidiste dedicarte a entrenador?

Yo hacía atletismo y con 16 años, puse un cartel en mi pueblo de que quería entrenar. Con escaladores llevo más de 30 años, aunque hasta hace 4 años también era profesor de instituto.

Hasta 2019 tuve deportistas en la Copa del Mundo y competiciones internacionales, y tenía que compaginar todo lo que podía mi trabajo como profesor con los viajes. En 2019 empecé con la Federación Española con media jornada, pero pronto me di cuenta de que era incompatible. Me tiré a la piscina, pedí una excedencia y hasta ahora.

¿Qué filosofía aplicas como entrenador?

Que la persona que tienes delante sea una persona íntegra: que siente, que ejecuta movimientos y que tiene una actitud determinada. Y además, que tiene un aprendizaje sobre todo de concepto. Lo resumo en teoría, práctica, actitud. Digamos que en esos tres pilares voy basculando cada sesión. Hay en algunas sesiones en las que prevalece la actitud, en otras el trabajo técnico…

¿Cómo se prepara la estrategia?

Yo sigo un plan a largo plazo, a unos ocho años vista. Intento vislumbrar quién puede tener posibilidades y a partir de ahí nos marcamos unos objetivos a corto-medio plazo, no solo objetivos de trabajo técnico ni de resultados, sino que quizá alguno, por ejemplo, puede tener un problema al asumir la responsabilidad de la competición, y también trabajamos en ello. A partir de ahí, nos vamos adaptando a las exigencias de cada uno. Yo creo mucho en la flexibilidad del plan.

La escalada deportiva española: objetivo París 2024

¿Te ves en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024 con la selección española de escalada?

A mí me encantaría estar en todos los Juegos Olímpicos que pudiera trabajando como entrenador y me encataría poder llevar a gente, pero es un camino largo y duro. Prefiero no pensar mucho, trabajar día a día y que los indicadores nos marquen el ritmo. Ojalá poder estar allí, no hay nada profesionalmente que me haga más ilusión o que alimente más el trabajo que yo hago.

Lo más visto

Salir de la versión móvil