Cemento verde. Construyendo con perspectiva ecológica.
El cemento verde es un paso más hacia la transformación de la industria cementera a través del uso de materiales sustitutos y combustibles alternativos amigables ecológicamente.
En términos de la actual crisis ambiental y los inminentes desastres que podrían ocurrir si no la controlamos, vale la pena mencionar a una de las industrias con mayor protagonismo mundial: la industria de la construcción, y en ese contexto, la industria cementera.
Dado el crecimiento de las manchas urbanas alrededor del mundo, es innegable considerar que uno de los materiales más importantes para el desarrollo de las grandes urbes es el cemento y, sin embargo, son poco conocidos los efectos de su producción. Uno, por ejemplo, es que la fabricación del cemento representa 90% de las emisiones mundiales de CO2 dentro de los procesos industriales, cifra que prende las alarmas si se considera la demanda en su producción. Por cada tonelada producida de cemento se emite aproximadamente una tonelada de CO2. Cifras realmente alarmantes, pero sobre todo muy evidentes en el ambiente de ciudades y sitios cercanos a zonas de producción cementera.
Aunque prácticamente todas las industrias están buscando diferentes alternativas que constituyan nuevas opciones de marcas sostenibles y ecológicamente responsables, una de las opciones con las que ya contamos es el cemento verde. Pero ¿Qué es el cemento verde? En términos de su composición, es un tipo de cemento de uso general con una adición de puzolanas artificiales, la materia prima que resulta de la activación térmica de arcillas en un horno rotatorio a 800°C y cuyo proceso de producción se traduce en la reducción de emisiones de CO2 en comparación con la fabricación de un cemento de uso general.
El cemento verde reduce hasta 38% las emisiones de CO2 y 30% el consumo de energía y materias primas como el agua. Es a partir de la sustitución de materiales que la ciencia y la ingeniería moderna nos ofrecen una opción que reduce sustancialmente el daño que el antiguo cemento le produce a nuestro planeta. Además, desde la perspectiva de la conciencia ecológica, el cemento verde tiene características de ingeniera y tecnología de construcción importantes que permiten una mezcla manejable, homogénea, de buena trabajabilidad y adherencia y mejores desempeños por durabilidad al trabajar con cualquier tipo de agregados. Es una opción que, en varias de sus composiciones, tiene además la posibilidad de captar CO2 en el ambiente.
El asunto con ésta y otras medidas de conciencia ambiental es, primero la difusión de sus beneficios: que toda la sociedad conozca sus características, que son el resultado de tecnologías modernas que combaten parte de la emergencia ambiental generalizada que vivimos actualmente. En países como Estados Unidos y Colombia, el uso de cemento verde ha comenzado a ser popular en la industria de la construcción y esto ha sido posible gracias a la colaboración estrecha entre academia, sociedad y gobierno. En México se han comenzado a dar los primeros pasos para abrir camino a esta opción ecológicamente amigable que podría ser la nueva base sobre la que se construyan las ciudades del futuro.
Por Diana Lara Carreón, diputada federal de La 65 Legislatura