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Biodiversidad; última llamada para rescatar a nuestro querido ajolote.

Mientras que hace 20 años habitaban 6 mil ajolotes por kilómetro cuadrado, en la actualidad se registran menos de 30. Expertos afirman que el ajolote mexicano -axolotl o Ambystoma mexicanum- no sobrevivirá más de 15 años de manera silvestre en los humedales de Xochimilco.

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Desde hace algunos años, aunque de manera parcial, se ha puesto el foco y la atención hacia la fauna de nuestra ciudad, y en especial hacia el ajolote. Esta simpática especie endémica de la Ciudad de México, ha cobrado importancia para partidos políticos, comunidad científica y ha sido motivo de dibujos animados y juguetes.

 

El asunto central, sin embargo, no reside simplemente en la difusión de la existencia de nuestro apreciado ajolote, sino más bien en la preservación y conservación tanto de su entorno, como de este icónico anfibio mexicano.

Los anfibios como el ajolote juegan un papel fundamental como sensores del medio ambiente que habitan. Su estado refleja de manera simbiótica el estado de su entorno. En definitiva, no le es fácil adaptarse a las nuevas condiciones atmosféricas y a la calidad del agua, y es justo en este punto que me gustaría detenerme.

En el marco del día de la biodiversidad todos los seres humanos necesitamos tomar acciones a partir de la conciencia de que somos nosotros quienes debemos adaptarnos a las condiciones de nuestro ecosistema, mismo que estaría incompleto sin nuestro axolotl.

Existen muchas razones para tener claro que resulta indispensable tomar medidas eficaces para rescatar al ajolote mexicano de su inminente extinción, no sólo por sus atributos increíbles -como alcanzar la madurez sexual sin cambiar su forma larvaria y poseer la excepcional capacidad de regenerar sus miembros-, sino también por formar parte de nuestra cultura urbana, e incluso por las propiedades medicinales que posee. Lamentablemente hoy quedan menos de 100 individuos en libertad en Xochimilco, y se desconoce cuántos ejemplares de esta extraordinaria especie viven en la Magdalena Contreras.

Mientras que hace 20 años habitaban 6 mil ajolotes por kilómetro cuadrado, en la actualidad se registran menos de 30. Expertos afirman que el ajolote mexicano -axolotl o Ambystoma mexicanum– no sobrevivirá más de 15 años de manera silvestre en los humedales de Xochimilco, situación que es aún más crítica para los ajolotes de la Magdalena Contreras. Tristemente su mayor amenaza somos los seres humanos y el efecto nocivo que imprimimos sobre esta ancestral especie.

Y aunque es importante reconocer los enormes esfuerzos realizados por preservar al ajolote a través de la NOM-059-2010-SEMARNAT, que reconoce en el ajolote su calidad de especie en riesgo de extinción, estas medidas no han sido suficientes para frenar la devastación de su medio ambiente y los recursos que los mantienen con nosotros. Un ejemplo de su identidad histórica, que proviene de la época de los aztecas, es que se consideraba un manjar dentro de su dieta y un buen tratamiento para distintos padecimientos.

Lo anterior nos conduce a la reflexión de que todas y todos tenemos un compromiso con el futuro de nuestro medio ambiente y debemos trabajar por su preservación; por nosotros, por las generaciones por venir y por el bien común.

Por ello, la Cámara de Diputados, por medio de un punto de acuerdo; es decir, una postura de parte de la Cámara frente a temas que legislativamente no le competen, ha exhortado respetuosamente a la Ing. María Luisa Albores González, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), y a la Doctora Marina Robles García, Secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, a realizar las acciones -en el ámbito de sus competencias- para proteger la vida silvestre del ajolote mexicano que se reproduce en el área protegida de La Magdalena Contreras, tomando en cuenta el control y la vigilancia de las zonas de reproducción, así como la amenaza de sus depredadores y de los turistas que con sus acciones puedan constituir una amenaza para su supervivencia.

 

Y aunque el punto de acuerdo implica un proceso que aún se encuentra en curso, todas y todos debemos promover, difundir y concientizar a la población sobre la oportunidad que tenemos de salvar a esta excepcional especie, que es parte de nosotros y de un mundo que no solamente es nuestro sino también suyo.

Mientras que hace 20 años habitaban 6 mil ajolotes por kilómetro cuadrado, en la actualidad se registran menos de 30. Expertos afirman que el ajolote mexicano -axolotl o Ambystoma mexicanum- no sobrevivirá más de 15 años de manera silvestre en los humedales de Xochimilco

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