¿Listos para 2023? Antes de decirle “adiós” a 2022, algunos bancos y AFORES se han acercado con sus clientes para que actualicen su información fiscal —antes del 31 de diciembre— y de esta manera, no tengan imprevistos por aquello de la Reforma Fiscal y el SAT.
O en palabras más sencillas: bancos y AFORES buscan que los/las clientes actualicen sus datos fiscales como RFC o CURP —dentro de las respectivas plataformas— por los cambios hechos en la Reforma Fiscal.
Y que son solicitados previo la entrada en vigor del uso obligatorio de la factura electrónica 4.0. ¿Se acuerdan de ella y de todo el caos que hubo en torno al trámite de la constancia fiscal para que las empresas pudieran obtenerla?
Si se acuerdan de la factura electrónica 4.0 y del asunto de la constancia de situación fiscal, seguro saben que el SAT recorrió a 2023 el uso de esta factura —sobre todo para darle chance a las empresas a que pudieran migrar sin tanto alboroto.
Pues bien, ahora bancos y AFORES están contactando a sus clientes para que actualicen algunos detalles de su información fiscal.
Por ejemplo, este mensaje de una AFORE:
“Apreciable cliente, de acuerdo con la reforma fiscal 2022 publicada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), requerimos realizar una actualización de los siguientes datos: nombre completo, CURP, RFC y Código Postal”.
La cosa es que si se les pasa actualizar esta información, se toparán con algunos contratiempos, ya sea ante el SAT o en los servicios que ofrecen estas instituciones.
Y el objetivo, según explica El Universal, es que estas empresas puedan seguir emitiendo los comprobantes con validez fiscal —es decir, que los datos fiscales machen y así estar en orden con el SAT.
Todo esto sucede en contexto de la prórroga que dio el SAT para hacer obligatorio el uso de la factura electrónica 4.0 a partir de 2023 —ya había entrado en vigor en 2022, aunque se trató de una etapa de prueba y después tuvo que recorrerse la fecha de la obligatoriedad porque se armó toda una confusión para poder emitir la constancia de situación fiscal, que es un documento que los trabajadores se supone que tenían que entregar a las empresas donde laboraban para que a su vez, estas actualizaran la información fiscal ante el SAT y poder operar con la factura electrónica.
Entonces, por acá les dejamos esta nota como un recordatorio para que no dejen pasar las actualizaciones en sus AFORES o bancos —o en todo caso, preguntar con sus operadores qué onda.